La plantilla del Marino vuelve a entrenar esta mañana después de la jornada de descanso de ayer. La sesión comenzará con un trabajo en el gimnasio y posteriormente (11.00 horas) en el sintético de Balbín. El técnico, Marco Díaz, tiene las dudas de Andrés Cabranes, que sigue intentando recuperarse de la contractura que sufre en el muslo izquierdo hace ya tres semanas en el entrenamiento previo al partido contra el Murcia en la Condomina. El joven futbolista, cedido por el Sporting juvenil está mejor y es posible que esta semana ya toque balón con precaución.

La otra duda es Boro, que jugó mermado el domingo contra el Tropezón porque sigue con molestias por la contusión que sufrió en el tobillo izquierdo tras sufrir un golpe durante el partido frente al Astorga, aunque va mejor y en principio podrá entrenar con normalidad.

El conjunto luanquín entrenará mañana jueves en El Tragamón (Gijón), y volverá a Balbín el viernes y el sábado. El equipo juega el domingo en Compostela (17.00 horas) y la salida de Luanco está prevista para el mismo domingo a las 10.00 horas.