Avilés, Albina FERNÁNDEZ

El Eldense salió ovacionado del Suárez Puerta y el Avilés tiene pie y medio en Tercera después del severo correctivo que recibió ayer del conjunto alicantino, un resultado que deja en mero trámite la vuelta del próximo domingo en Elda. El partido se acabó antes de cumplirse el primer cuarto de hora con tres regalos de un equipo local falto de todo rigor defensivo. Y eso que el Avilés presentó su cara más conocida, con la única novedad de Pascual por Zazo acompañando a Geni en el centro del campo.

El primer mazazo llegó muy pronto. A los cuatro minutos, un defectuoso despeje hacia atrás de Borja García llegó a Guardiola que avanzó solo y ya dentro del área marcó de tiro raso a la derecha de Alejandro. Y en la siguiente jugada llegó el segundo. Otro balón suelto en el medio del campo llegó a Chupe que se internó en el área por la izquierda pero Berna tocó el balón hacia Domenech que, libre de marca, envió una precisa vaselina para superar a Alejandro. Quedaba tiempo, pero nadie creía en la reacción local.

Por si había alguna duda, José Sánchez marcó el tercero antes de cumplirse el primer cuarto de hora. Otra llegada franca visitante que concluyó con un bonito disparo del pivote alicantino desde el borde del área, un poco escorado a la izquierda y otra vez solo, que se coló cerca de la cruceta izquierda de Alejandro. Tres llegadas, tres goles. El Avilés, mientras, solo amenazó en el 17 con un disparo alto de Omar.

El Eldense no se creía las facilidades que estaba encontrando en un partido que se presuponía duro, y se limitó a disfrutar de la buena tarde ante el manojo de nervios que era el Avilés.

Berna acortó distancias en el 34 al rematar de cabeza un centro de Dani López desde la izquierda. La grada lo aplaudió como su fuera el de la salvación, pero poco le duró la alegría porque tras el saque de centro, un fallo de Cerrudo en el despeje dejó el balón a Guardiola que disparó sin mucha fe dentro del área, pero Alejandro falló pegado al palo derecho y el balón se coló.

Domenech pudo marcar el quinto en el 42, pero su disparo rozó la cruceta izquierda de Alejandro. Fue el momento de mayor desconcierto local mientras los pitos arreciaban y un buen número de espectadores abandonaban el campo. Daban por visto lo que restaba de partido.

Los técnicos locales, Barla y Clarkson, buscaron soluciones con Zazo por Pascual tras el descanso, metieron a Fassani por Cerrudo y pasó a Omar de lateral derecho. El equipo lo intentó, pero los minutos pasaban inexorables ante la resignación de la grada, que ni se alarmó con las contras visitantes que amenazaban con el quinto. Y el partido acabó con la queja de la grada: "Esa camiseta no la merecéis", cantaba Galiana Xoven mientras se oían algunos aplausos al equipo, que aguantó en el centro del campo.