El ascenso del Oviedo en Cádiz fue un momento muy especial para toda la plantilla y para toda la afición del conjunto azul. Pero habrá un instante que quedará ya para siempre en la memoria de todos los oviedistas: el gol de David Fernández en el Ramón de Carranza en el encuentro de vuelta de la eliminatoria por el ascenso a Segunda División.

Pero el cabezazo del central madrileño del Oviedo vino precedido de un centro de córner del recién renovado Néstor Susaeta. El extremo derecho fue toda la temporada el encargado de botar los balones parados de los que disponía el equipo a lo largo de los partidos. Una de sus mayores virtudes es precisamente su gran calidad para golpear el balón y su capacidad de ponerlo en el lugar idóneo. Lo demostró sirviendo un centro casi perfecto a David Fernández para que marcara el gol que a la postre sería el del ascenso del Oviedo. Un tanto que ponía fin a doce años del conjunto azul alejado del fútbol profesional.

Pero Susaeta ha aportado muchas más cosas al equipo. En primer lugar, esta temporada ha conseguido ser un futbolista regular al que han respetado las lesiones y que ha disputado 37 partidos oficiales con los azules. También ha aportado goles al equipo cuando lo ha necesitado. El extremo, con ocho tantos, ha sido el tercer máximo realizador del equipo, por detrás de Linares, máximo goleador de toda la Segunda B con 28 goles, y de Borja Valle, que cerró la temporada con nueve tantos.