Apenas dos semanas antes de iniciar su aventura americana, Ángela Salvadores confirmó a los responsables de baloncesto de la Universidad de Duke que se llevan un tesoro. A sus 18 años cuesta imaginar una jugadora europea con tanta proyección. La asturiana lo volvió a confirmar ayer poniéndose al frente de la selección española para batir a Francia y colgarse la medalla de oro del Campeonato de Europa sub-18. Por supuesto, la organización se lo reconoció con la inclusión en el cinco ideal del campeonato y con el trofeo a la mejor jugadora (MVP).

Como las elegidas, Ángela Salvadores reservó lo mejor de su repertorio para los momentos decisivos. La ovetense rescató a la selección española cuando Francia amenazó con escaparse en el primer cuarto y también resultó determinante para el estirón de la selección española en el tercero. Tiros de media y larga distancia, penetraciones, asistencias y, sobre todo, la sensación de que era ella la que dominaba el tempo del partido. Ni siquiera sus espectaculares estadísticas (27 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias) reflejan su verdadero peso en el juego. También resultó determinante María Conde, con 21 puntos y 16 rebotes.

Los primeros minutos de la final confirmaron las dificultades con que se iba a encontrar el equipo de Víctor Lapeña. Francia, la única selección que había sido capaz de derrotar a las españolas, empezó más inspirada en ataque y firme en defensa, lo que le permitió tomar la iniciativa en el marcador y acabar el primer cuarto con seis puntos de ventaja (16-10).

Pero las españolas se recompusieron en el segundo acto y culminaron una gran remontada gracias al acierto de Conde y Salvadores, con 12 y 10 puntos, respectivamente, al descanso. Un parcial de 25-11 les permitía irse a los vestuarios con ocho puntos de ventaja y la sensación de que habían tomado la medida a un rival superior en el aspecto físico.

Un nuevo tirón de las francesas, con un parcial de 14-4 en cinco minutos, las volvió a meter en el partido (41-39, minuto 25), hasta que España apretó y recuperó la delantera en el marcador con una gran actuación coral y con Ángela Salvadores mostrando una madurez impresionante, lo que le permitió llegar a los diez últimos minutos con una renta de nueve puntos (46-55).

En el último cuarto, España supo mantener su renta y controlar los intentos de reacción de las francesas, que cayeron muchas veces en la precipitación. Salvadores y sus compañeras aprovecharon para ampliar las diferencias en los dos últimos minutos, hasta esos 16 puntos que no reflejan la igualdad que presidió la final. Después llegó la ceremonia de entrega de medallas, con un protagonismo absoluto de Ángela Salvadores. Además de su MVP y su puesto en el cinco ideal, la asturiana fue la encargada de recoger el trofeo de campeón, lo que en el aspecto personal supone la guinda para un palmarés con un bronce europeo y una plata mundial.