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AL PALO

Deudas de oro

Pasó la semana en la que habló un señor con pinta de haber sido batería de un grupo mod en la Gran Bretaña de los sesenta. El posible exbatería hizo un redoble de baquetas y acabó en los calzoncillos de Ronaldo. Tal circunstancia hubiera sido intranscendente en cualquier otro equipo, pero en El Madrid todos los comentarios son pardos, y con dardos. Así que, de pronto, con la selección de Del Bosque dándolo todo, amaneció un follón entre Ronaldo y Bale. Nadie sabe si tales comentarios crearon distanciamiento, enfado o encabronamiento entre ambos. Pero se da por hecho. Así pues el redoble de batería surtió sus efectos. Nada meritorio. En el Madrid se capta una sonrisa sin querer y se arma debate, polémica, escandalera: "Ese tío sonrió en el campo", dice algún cardenal del análisis futbolístico: "Es sonrisa de mala leche; está enfadado con tal", comenta algún otro que se identifica como bien informado por el "entorno" del que sonrió. Lo dicho, un asuntó así puede dar para una semana de jaleo.

Bien, el citado caballero con pinta de batería mod en su juventud dijo lo que dijo, que no fue para tanto, aunque sí una pequeña faltosada. Con los calzoncillos de Ronaldo (comentó, más o menos, que la ropa interior era lo que le preocupaba al portugués) y alguna cosilla suelta se evaporó la semana. De paso se acallaron problemas de otro calibre en otros lugares que funcionan con tarjeta black (no de dinero; es una black que convierte en virtud los oscuros asuntos de otros parajes).

Mientras se hablaba del "escándalo" en el club white, que no guay, ocurrieron una serie de hechos históricos que pasaron de largo, como en "Bienvenido Mister Marshall". Ronaldo recibía su cuarta "Bota de oro", a dos por pie; Raúl, un jugador de leyenda, anunciaba su retirada. Ambos hechos se ventilaron con un par de días, como para cubrir el expediente. Por cierto, se le adeudan a estos jugadores al menos cuatro "Balones de Oro" (a dos por barba). Pero no, con estas dos perlas no hay tregua, hay leña. En fin, es el gran peaje a pagar por exceso de grandeza.

Entre tanto el equipo va ganando y con la portería de Keylor casi vacía. Eso sí, hay que esperar "quietos paraos" y ver cómo resuelve Benítez en París, que será un buen test (mola mil esto de decir test) para observar la "respuesta táctica" ante un equipo potente.

(Y para escuchar esas alabanzas que nunca habrá, mejor esperar a que llegue la "TDT del club", que será la única manera de meterse Real Madrid en vena a diario).

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