Cuando pasen los años y se analice la última década del fútbol español, el estilo que ha llevado al Barcelona y a la selección española a la cumbre del mundo, al fondo siempre aparecerá su figura desgarbada. Johan Cruyff es la prueba de lo subversivas que pueden ser las ideas. Como jugador fue el abanderado de un equipo y una selección adelantados a su tiempo, que consagraron lo que entonces se llamó fútbol total y ahora se reconoce como fútbol moderno. Y regresó como entrenador para desmentir a los que proclaman que el fútbol espectacular es incompatible con los buenos resultados. Cruyff también ha dado sus patadas al aire, muchas veces por esa vena caprichosa que acompaña a los genios. Un grave problema de corazón en 1991 fue otra pista de su condición mortal, hasta el punto de alejarle de su inseparable cigarrillo. Ahora, casi 25 años después, el cáncer ha invadido los pulmones de Johan Cruyff, que según sus allegados está dispuesto a afrontar el reto como ha hecho toda su vida: al ataque. Gane o pierda, Cruyff peleará con el "bicho" sin mirar atrás.