La cuarta jornada de la Liga de Campeones pondrá en juego más que tres puntos para el Atlético de Madrid en el Astana Arena, donde un triunfo daría más de media clasificación al equipo rojiblanco, líder de grupo y favorito contra el club kazajo y el frío, pero sin ningún exceso de confianza.

Es un partido "determinante" -dijo Diego Simeone- para el Atlético, que ya goleó a su rival hace dos semanas en el Vicente Calderón (4-0), donde no hubo ninguna discusión de su superioridad, más aún con el equipo formado prácticamente por suplentes que alineó el búlgaro Stanimir Stoilov en Madrid, pero que no se fía ni de su rival ni de un encuentro que entienden será mucho más complicado.

El largo viaje el domingo de más de siete horas, el césped sintético y las bajas temperaturas, aunque el Astana Arena dispone de un sistema de calefacción que aumenta el calor hasta entre 10 y 14 grados y debería contrarrestar la desagradable sensación de frío que provoca el viento estepario, alertan al conjunto rojiblanco para el partido.

Simeone cuenta con toda la plantilla, excepto los argentinos Vietto y Correa. Podría entrar Saúl en el centro del campo, para dar descanso a Gabi, Tiago o Koke, y con Fernando Torres como alternativa al colombiano Jackson Martínez en la alineación. No se prevén muchos cambios más en el equipo inicial, dependiendo de la recuperación de sus futbolistas más habituales del partido del viernes en La Coruña, el quinto consecutivo oficial sin derrota del Atlético, pero con la sensación de haber perdido dos puntos.