El partido de mañana en el Alejandro Ortea será un encuentro en el que las bajas pueden influir mucho, ya que tanto el Real Avilés como el Condal cuentan con ausencias sensibles. "Nos pilla en una semana en la que tenemos cuatro, casi cinco bajas, y siendo los pocos jugadores que somos, esperamos no acusarlo. Esperemos que la gente que salga compita muy bien y si no pueden estar esos cuatro o cinco tenemos que llamar a la gente del filial", sentenció ayer el entrenador del Avilés, Pablo Lago, tras la sesión de trabajo en el gimnasio.

El técnico no podrá contar seguro con Borja Noval y Marcos Torres, por lesión, ni con el goleador Cristian, por sanción, y, además, Pantiga es duda y Juanma, aunque estará casi seguro en la convocatoria, está renqueante: "Ellos tienen la baja de Rueda, pero también la de Carly por tarjetas, que son dos ausencias importantes para ellos, pero nosotros también las tenemos. Yo creo que los que estén, tanto por un equipo como por el otro, van con muchas ganas. Es un partido bonito de jugar, de los mejores que se pueden ver en la categoría y no creo que se noten mucho las bajas para ninguno de los dos", explica el entrenador.

Las bajas siempre parecen llegar en el peor momento y al Avilés se le han acumulado en una salida complicada: "Espero un partido muy competido, de esos en los que no puedes bajar los brazos, que tienes que mantener la concentración los noventa minutos. Tanto para bien como para mal, si no ocurre esto, me sorprendería", sentenció Pablo Lago. Y es que, para el técnico, el de mañana es "uno de los partidos más difíciles fuera de casa de la temporada", ante un equipo muy bien armado: "Tienen un equipo muy hecho de hace muchos años, que defiende muy bien y, por tanto, encaja pocos goles", señaló el entrenador.

La derrota de hace dos semanas en el campo del Langreo, el anterior partido a domicilio, aún está en la mente de muchos, pero el técnico lo que quiere es aprender de ella. "Hay que recuperar la intensidad de fuera de casa que tuvimos antes y que no logramos en la derrota en Ganzábal. Es una buena piedra de toque, una buena ocasión para vernos competir fuera, ante un buen rival y en un campo que va a ser complicado. La gente está con ganas de que no vuelva a pasar lo que pasó ante el Langreo, de estar al nivel competitivo que queremos estar y así todo es más fácil y probablemente salgan mucho mejor las cosas", sentenció.

Pese a lo complicado del choque de mañana, el equipo blanquiazul no se plantea otra cosa que no sea ganar. "El equipo tiene que salir a ganar todos los partidos y todo lo que no sea ganar, se empieza a pensar después. Si conseguimos mantener la intensidad alta, el resto no nos preocupa nada", explicó Pablo Lago. De caer derrotados, esa intensidad en la que tanto insiste el técnico puede ser el clavo al que agarrarse. "Si el equipo no saca el partido adelante, pero compite muy bien y deja buena imagen, es lo importante de cara a continuar trabajando. Van doce jornadas todavía y no tenemos que pensar en nada que no nos vaya a aportar cosas positivas", añadió.

El Real Avilés es ahora segundo en la clasificación, con 30 puntos, cinco más que el Condal, que es tercero. Una victoria mañana daría por tanto un importante margen a los blanquiazules sobre uno de sus rivales directos, pero los pensamientos de la plantilla van por otro lado: "No nos preocupa mucho la clasificación. No nos preocupa desde el principio porque sabíamos en las condiciones en las que empezamos la temporada, y ahora nos sigue sin preocupar. Nos preocupa solamente el partido ante el Condal, intentar sacarlo y después pensaremos en el Urraca", señaló el técnico.

Y es que el entrenador cree que es muy pronto para pensar en la tabla: "La clasificación suele cambiar mucho, depende de las rachas de los equipos, no nos preocupa demasiado", insistió. Con todo, el equipo realavilesino necesita mantenerse en la lucha en todo momento para tratar de llevarse el campeonato liguero, y para ello, tiene que tener muy pocos tropiezos a lo largo de la temporada.