El tesón del Valencia le dio un punto ante un Barcelona que demostró su calidad y su superioridad en casi todas las fases del encuentro, pero que no supo sentenciar y que pierde ventaja al frente de la tabla. El conjunto azulgrana ve así cómo el Atlético se le sitúa a dos puntos, y a cuatro el Real Madrid.
El partido se ajustó desde el principio al guión previsto, con un control total de la situación por parte de Barcelona que, fiel a su estilo, se adueñó del partido desde el saque inicial a la espera de encontrar el momento adecuado para hacer daño al rival.
La incógnita estaba en el Valencia. No se sabía que podía dar de sí un equipo plagado de bajas en su primer partido de Liga tras la etapa del destituido Nuno. De entrada se vio un bloque motivado, intenso y ordenado, consciente de que el balón iba a ser para el Barça y de que sus recursos eran limitados, pero capaz de presionar arriba en acciones puntuales.
En cualquier caso, su planteamiento fue conservador, con el objetivo de no ofrecer espacios al rival y de tratar de salir a la contra en las contadas ocasiones en las que pudiera hacerlo. Así consiguió frenar el ritmo del partido, consciente de que el empate inicial le mantenía vivo.
El Barcelona, a pesar de las dificultades que le puso el Valencia, dispuso de claras ocasiones para adelantarse, en especial una de Messi (minuto 26) en la que remató flojo por el centro de la portería. Luego las tuvieron Nyemar, Suárez e Iniesta.
Neymar creaba muchos problemas por la banda izquierda a Vezo, lateral de circunstancias, y la mejor noticia para los locales fue llegar al descanso con la portería a cero, porque sus pocos ataques no fueron claros y el equipo se sostenía en un espíritu renovado a base de garra y solidaridad.
El Barcelona no había renunciado a su idea futbolística, ni tampoco se había precipitado, consciente de que antes o después le iba a llegar la oportunidad. Con esa misma dinámica comenzó la segunda mitad.
El Valencia tenía poca salida, pero el Barcelona no se mostraba inspirado en ataque a pesar de jugar muy cerca de la portería de Doménech y de recuperar el balón con mucha rapidez cada vez que lo perdía. Era tanta la presencia en ataque del Barcelona, que en una de esas recuperaciones de balón, un pase de Messi concluyó con una gran penetración de Luis Suárez quien puso el 0-1 en el marcador (minuto 58). Los locales reclamaron posición antireglamentaria del uruguayo, y la repetición televisiva confirmó que arrancó en fuera de juego.
Poco cambió el gol ya que el Valencia no tuvo opciones en ataque y el cuadro de Luis Enrique se sentía cómodo con el manejo del balón. Pero no logró el segundo gol y el Valencia arriesgó en los minutos finales, en lo que encontró premio con el gol de Santi Mina al no haberle perdido la cara al encuentro.
