Hubo miércoles negros en las Bolsas de medio mundo y puede que el de ayer haya sido uno de ésos para el Sporting, a quien le entró un escalofrío cuando a dos minutos del final del entrenamiento vio abandonar el campo de ensayos al goleador, trigoleador, Tonny Sanabria. No llevaba buena cara el jugador porque sintió molestias en zona cercana a la que tuvo lesionada durante mes y medio no hace tanto. Los futbolistas siempre quieren jugar, y Cristiano Ronaldo y Messi son los ejemplos más poderosos de estos tiempos. El portugués ha puesto otra muesca en su revólver nacarado con el récord de goles en una fase de grupos de la Liga de Campeones. Y eso que estaba mal.
Los tres goles de Sanabria a la UD Las Palmas de Quique Setién, antes de Paco Herrera, han puesto de nuevo en el tapete historias goleadoras de Quini. Lógico, porque hablar de gol en el Sporting es hablar de Quini, hoy embajador del club. Un amable y fiel lector llamó anteayer al periódico para confrontar recuerdos sobre los tres goles que llegaron después de aquella tormentosa semana vivida tras unas declaraciones explosivas de Castro y Quini en el "... Dicen" de Barcelona en el que reclamaban, una vez más pero con dureza extrema, ser traspasados.
La conversación con el aficionado, que dentro de nada recibirá la insignia de oro del Sporting, o sea, que está a punto de cumplir el medio siglo de socio, ahora abonado, fue enriquecedora y provocó una visita al archivo del periódico que confirma lo siguiente: tras las conflictivas declaraciones, Quini marcó, en efecto, tres goles al Español, ahora Espanyol, el 9 de diciembre de 1973, no en noviembre como por error se dijo aquí. Los goles llegaron en los minutos 18, 25 y 37, tiempo en el que dejó resuelto su nuevo desencuentro con las gradas de El Molinón, entonces cargadas de un espíritu crítico hoy desaparecido.
El entrenador rojiblanco era Jesús Barrio y la alineación inicial había sido ésta: Castro; Paredes, Doria, Fabián; Pascual, José Manuel; Herrero II, Leal, Quini, Valdés y Churruca. Pronto cayó lesionado Leal, sustituido por Ciriaco, y luego salió Fanjul. Ciriaco fue expulsado por agresión a Solsona.
El día 9 de noviembre de 1975, casi dos años después, Quini marcaba cuatro goles al Español, ahora Espanyol, en los minutos 11, 25, 43 y 65. Churruca, en el 82, y Ferrero, en el 85, completaron la goleada. Manolín Cuesta fue el autor del gol de los catalanes. Éste es el partido que José Manuel cita en el comienzo de su libro "Compañero Quini" como escenario del "Esto lo arreglo yo" del goleador a su hermano en el túnel de vestuarios. Como es fácil colegir, el titular es un puro juego de fechas porque Quini goleaba los días 9 y los 10, los 11 y todos los demás. No se llega a las cifras del embajador rojiblanco si se reservan los goles para unas pocas fechas.
Aclarada la cuestión, la vista se pone en los resultados de las pruebas médicas a realizar a Sanabria, ahora mismo crucial en las formaciones de un Sporting que dentro de nada tiene que visitar a un Sevilla triunfante sobre la Juventus del torpe Morata, que falló dos goles hechos. Los sevillistas ya están donde querían, en la Europa Liga, que tantas han ganado en los últimos años. Partido para no perder detalle.
