En el Unión Financiera viven con una mezcla de resignación y cabreo la salida de Jordan Swing. El alero estadounidense jugará lo que resta de temporada en el CAI Zaragoza, equipo de la ACB que además compite en la Eurocup. Los de Carles Marco pierden así a la que ha sido su principal referencia ofensiva en la primera mitad de la temporada. El club le busca un sustituto que difícilmente llegará antes del partido del sánado (18.15) en Prat.
Un éxito de la dirección deportiva que al final se ha convertido en una pequeña frustración. En un equipo con recursos tan limitados como los que tiene el Unión Financiera es complicadísimo acertar con los fichajes porque están obligados a arriesgar con la incorporación de jugadores que no están contrastados en una liga tan complicada como la LEB Oro. Y es que normalmente a los que ya están contrastados no les pueden igualar las ofertas que les hacen otros equipos. Lo peor de todo es que si se acierta demasiado, como ha sido el caso de Jordan Swing, el jugador puede encontrar destino en una categoría superior muy rápidamente.
Pero más allá del desajuste que le supone al club la salida de un jugador a mitad de temporada, en el Unión Financiera pueden estar orgullosos de la proyección que siguen los que pasan por sus filas.
En la ACB hay ahora mismo cinco jugadores del Unión Financiera. Y uno más, Álvaro Muñoz, juega en otra de las ligas más competitivas de Europa, la Bundesliga alemana.
Uno de los casos más celebres fue el de Ian O'Leary. El ala-pívot californiano estuvo a punto de tirar la toalla tras una muy mala experiencia en Vigo, en la LEB Oro. Pero, a pesar de haber pasado un año en la que llegaron a cortarle la calefacción del piso que le proporcionó el club gallego, O'Leary decidió aceptar la oferta del entonces FEVE Oviedo. Un equipo humilde que, en la temporada 2010-11, debutaba en la LEB Plata. En Oviedo el jugador se sintió muy cómodo y dio el empujón que necesitaba a su carrera. Terminó la temporada como el jugador más valorado de la LEB Plata y en la siguiente fichó por el Palencia, de LEB Oro. El saltó a la ACB lo dio en el Valladolid. El buen rendimiento que dio le sirvió para que el Gran Canaria le ofreciera un contrato por dos temporadas. Una vez cumplido, esta temporada ha firmado por el Iberostar Tenerife, donde ha coincidido con Hanley y con el jugador ovetense Saúl Blanco.
Precisamente Hanley fue otra de las estrellas que se pusieron en el firmamento en Oviedo. La suya fue una progresión meteórica. Hanley llegó a Oviedo en la temporada 2012-13, en la que el Unión Financiera consiguió ascender de LEB Plata a Oro. También Hanley fue MVP de la temporada en Plata. El ascenso directo de los ovetenses en marzo permitió al estadounidense acabar la temporada jugando en el Valencia, en la ACB. Después llegaron dos temporadas en Guipúzcoa antes de fichar por Tenerife. Un jugador que llegó a Oviedo desde la tercera división universitaria de Estados Unidos, que empezó la temporada en LEB Plata y la acabó en la ACB.
Pero Oviedo no es sólo un trampolín para estadounidenses. También jóvenes talentos españoles han logrado dar el salto en Oviedo. Es el caso de Fran Cárdenas. El talentoso base onubense firmó dos fantásticas temporadas en el Unión Financiera. La del ascenso y la del debut en Oro, en el que el Unión Financiera llegó a las semifinales del ascenso a la ACB. Ahora juega su segunda campaña en el Obradoiro.
Otro que dio un salto de gigante en Oviedo fue Juan García. El hispanodominicano llegó tras destacar en liga EBA. En el Unión Financiera fue uno de los protagonistas del gran debut en la LEB Oro. La pasada temporada se fue al CAI cuando el equipo aún tenía posibilidades de entrar en play-off y el Oviedo ya no podía fichar. Ahora juega en el Manresa, también en la ACB. El que se convirtió en un ídolo en Oviedo fue Álvaro Muñoz. En sus dos temporadas en el Unión Financiera, las dos pasadas, fue un ejemplo dentro y fuera de la pista. Ahora el abulense sigue levantado al público de sus sillas en el Ludwigsburg de la Bundesliga alemana.
