Era el día indicado para dar un paso al frente y mostrar su categoría como futbolistas. La visita del Atlético Astorga, que amenazaba desde el puesto de promoción de descenso -a donde ha caído el filial- era un peligro suficiente para que los jóvenes jugadores de Tomás Hervás demostrasen la calidad que llevan dentro, pero sus piernas quedaron colapsadas desde el pitido inicial. Los nervios y el exceso de tensión, pasaron factura y atenazaron al filial rojiblanco, que mostró una cara desafortunada en un encuentro con cartel de final.

Ya en el inicio del encuentro, las sensaciones que se palparon sobre el inmaculado césped del Pepe Ortiz eran claras: el Sporting B estaba tierno. Y es que el Atlético Astorga, sin mostrar tampoco su mejor versión, no regaló nada -sólo los típicos mantecados que ofrece a los aficionados antes de cada encuentro-. Cuando el balón comenzó a rodar, al conjunto de Tomás Hervás le faltó atrevimiento en sus acciones para intentar mostrar su juego más alegre. Solo fue capaz de conseguirlo Guillermo Donoso con dos grandes escapadas, pero el gijonés cayó lesionado.

Antes de que Donoso fuese suplido por Cris Montes, el filial tuvo sin embargo su mejor ocasión del partido tras un potente disparo colocado de Pedro Díaz que repelió con acierto el Pulpo Romero. Fue la única vez que el guardameta maragato tuvo que entrar en acción, porque durante el resto del encuentro, el Sporting B no le puso a prueba. Un bagaje que evidencia el mal día de los jugadores rojiblancos, que ofrecieron además síntomas de nerviosismo y fragilidad en defensa, con continuos despejes sin sentido. El temor a cometer el error pesaba y eso bloqueó en exceso a los jugadores.

En la segunda mitad, el Atlético Astorga se volvió a mostrar como el equipo más asentado sobre el terreno de juego, pese a que las imprecisiones fueron constantes, lo que frenó el ritmo de juego continuamente. Pero lo importante, al margen de las sensaciones, era el resultado final. Y en esas, el equipo astorgano se llevó el gato al agua gracias a una internada de Juanpa por la izquierda que dejó atrás a sus rivales hasta llegar a la línea de fondo. Su pase atrás lo remató Bandera, que se encontró con la oposición de Víctor Ruiz, pero, a la segunda, el delantero del Astorga no perdonó. Era el minuto 69 y cuando se esperaba que el tanto supusiera un toque de atención, no fue tal. El Sporting B no reaccionó como en pasadas ocasiones y se quedó helado.

El filial estaba en una encrucijada, con un resultado muy negativo en su contra y ni siquiera las carambolas estuvieron de su lado, como quedó patente en un revuelo en el área que, tras varios rechaces, la fortuna sonrió al Atlético Astorga. La escasa aportación ofensiva y la ternura defensiva pasaron una cara factura al Sporting B, que tendrá que reponerse a corto plazo para no meterse en mayores problemas. De momento, ha caído al puesto de promoción de descenso.