Villaviciosa

Javier Rozada sufría ante el Guijuelo su tercera expulsión de la temporada y por un motivo nada habitual: ensuciar al linier. Todo sucedió tras el lanzamiento del penalti. Rozada, disgustado por el fallo, reaccionó dando una patada al suelo. No encontró hierba sino barro, y el barro fue a impactar al juez de línea, que interpretó que el técnico lo había hecho adrede y así se lo hizo saber al colegiado. "Fernández Rozada fue expulsado por acercarse hasta mi asistente y dar una patada al barro con intención de ensuciarlo, consiguiéndolo", reza el acta arbitral.