Las bajas vuelven a romper al Marino en el momento más importante de la temporada. El conjunto luanquín tuvo que afrontar los últimos partidos hasta con siete ausencias, además de contar con algunos jugadores muy mermados físicamente. El técnico, Blas García, no busca excusas para justificar las derrotas ante el Covadonga y el Astur (ambos por 1-0), "porque las plantillas se hacen al principio de la temporada para solucionar este tipo de problemas", pero lo cierto es que el equipo logró los mejores resultados cuando el técnico pudo elegir con todos disponibles.
El equipo ya piensa en el partido del próximo domingo (17.00 horas) en Miramar ante el Gijón Industrial sin fijarse más metas que sumar los tres puntos y tratar de ofrecer un buen partido a la afición, pero será también con numerosas bajas.
Dani López lleva más de un mes con un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha y ante el Astur jugó unos minutos con molestias. Vio la quinta cartulina amarilla y no estará el domingo. Tampoco estarán el central José Ángel, por una rotura de fibras en el adductor derecho de 2,5 centímetros; ni el joven César, con un esguince en el ligamento interno de la rodilla derecha.
Espolita no jugó frente al Astur por una gastroenteritis que le obligó a pasar por el hospital el sábado por la noche; Geni lleva tiempo entre algodones por problemas en la espalda que no acaban de remitir y tampoco estuvo contra el Astur; y Gabancho trata de superar una sobrecarga en el adductor que le impidió entrenar con normalidad esta semana.
La buena noticia es la probable vuelta del central Samuel una vez que superó la rotura en el adductor izquierdo que le dejó fuera tres semanas. Y el joven Góngora, la última incorporación del equipo en enero, parece que superó el golpe en el pie que le impidió jugar hasta el pasado domingo.
