Si hay que buscar el primer ídolo de la hinchada azul hay que señalar necesariamente a José Luis Zabala (Irún, 1899), un jugador con una carácter especial y con fama de indisciplinado. Zabala recaló con 20 años en el Deportivo Oviedo, en una época en la que el profesionalismo estaba prohibido, norma que no siempre fue respetada. Zabala era un tipo fuerte, con un disparo potente y hábil en el juego aéreo. Un ariete de los años veinte en su máxima expresión. Fue el primer delantero centro del club y el primer ídolo de la hinchada carbayona. Le ayudaba su carácter de internacional con España. El vasco debutó con la selección en un España-Francia que finalizó 3-0 y en el que hizo el primer tanto.