Escondida por la conmoción de la muerte de Johan Cruyff, desde Holanda llegó la pasada semana una noticia que debe marcar un antes y un después en el camino hacia un fútbol y un deporte mejor. La directiva del PSV Eindhoven anunció un castigo ejemplar para los cinco hinchas que humillaron a unas mendigas en la plaza Mayor de Madrid antes del partido frente al Atlético de la Liga de Campeones. Cuatro de ellos estarán entre uno y tres años sin poder acceder al campo. Parece poco para un acto tan asqueroso, pero es lo que está en la mano de las autoridades futbolísticas. Y señala, sobre todo, la línea a seguir para otros clubes que se desmarcan de acciones semejantes con la excusa de que no ocurren en el ámbito estrictamente futbolístico.
