El Real Madrid, que necesita un pinchazo del Barcelona para ser campeón, se jugará sus opciones de levantar el título en un escenario, Riazor, que nunca antes había sido tan vulnerable en una Liga de 20 o más equipos. Los deportivistas, que han perdido los tres partidos más recientes en casa, se presentan en el último encuentro del curso con cuatro victorias, ocho empates y seis derrotas delante de sus aficionados, 25 goles a favor y 32 en contra.

El equipo que entrena Víctor Sánchez del Amo es el peor local de la Liga esta temporada y el que menos ha ganado en su estadio con un punto menos que el Betis (cinco victorias) y dos menos que el Sporting (seis triunfos), quienes también despedirán el campeonato en sus respectivos campos.

El Deportivo recibirá, además, a un Real Madrid que ha enlazado once victorias, seis de ellas a domicilio, donde no pierde desde que cayó en El Madrigal (1-0) el 13 de diciembre de 2015. El conjunto coruñés necesita la victoria para no cerrar esta temporada como la que menos triunfos ha logrado delante de su gente en un campeonato de Primera División con 20 o más participantes.

Bale, recuperado. Gareth Bale completó ayer la sesión de entrenamiento del Madrid en la ciudad deportiva de Valdebebas, donde Jesé Rodríguez no pudo ejercitarse por sufrir un proceso gripal y Lucas Vázquez siguió con el trabajo de recuperación tras su lesión.