El Oviedo juvenil no pudo remontar el 5-3 que recibió en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey que le endosó un Athletic que demostró ser un magnífico equipo. Una derrota que no empaña en absoluto la gran temporada de un Oviedo que volvió a jugar la Copa del Rey tras trece años de ausencia. El conjunto vizcaíno aprovechó los errores en defensa del Oviedo para decidir la eliminatoria. En los dos equipos destacaron los respectivos delanteros centros. En el Oviedo Steven, autor de dos goles, y en el Athletic Iñigo Vicente, que logró un triplete y que apunta buenas maneras.

Los oviedistas empezaron bien. No se había cumplido el segundo minuto cuando en un córner Alex Prendes, de cabeza, superaba al meta de los vascos. Pero enseguida Iñigo Vicente aprovechó un fallo defensivo para empatar de cabeza.

Una mala cesión de Javi Mier y un fallo en el control del guardameta Javi Torres pusieron a los de Imanol de la Sota con ventaja. Una renta que ampliaba Iñigo Vicente de vaselina en una falta de entendimiento de la defensa local. Acortaba distancias Steven, que materializaba de fuerte disparo raso una buena jugada de Asier. Y pudo igualar Rober, pero su remate se estrelló en el travesaño. Antes del descanso otra vez Iñigo Vicente, en jugada personal y solo ante Javi Torres, hacía el cuarto.

En la segunda parte, el Oviedo lo intentó, logrando dominar y disponiendo de buenas ocasiones, como una falta de Rober que envió fuera Asier. El propio Rober obligó a Atangana a desviar lo justo para que el balón diera en el poste. Riki, en acción individual, dejaba un balón de oro a Steven, para reducir distancias. Riki estuvo cerca de igualar.

Un juvenil que estuvo arropado por mil espectadores que aplaudieron su gran campaña.