Omar Sampedro fue el gran ausente del Marino en el partido de ida de la primera eliminatoria del play-off de ascenso contra el Gavà, disputado el pasado sábado en Miramar y que concluyó con empate a un gol. Y es que el jugador avilesino sufrió la noche antes una gastroenteritis que le apartó del equipo. "Sentí muchísima frustración, pero es salud y no hay remedio. No hubo opción a intentarlo", explicó.

El delantero es uno de los pesos pesados del vestuario azulón tanto por su trabajo en el campo, es el máximo goleador de equipo con 15 goles, como por su trayectoria deportiva. Formó parte del histórico ascenso del Sporting de Preciado en la temporada 2007-2008 y jugó con los rojiblancos en Primera. En Segunda militó en el Castellón y en Segunda B en equipos como Ponferradina (con el que subió a Segunda), Pontevedra, Teruel, Huracán, Alcoyano y Avilés, desde donde llegó el pasado verano al club luanquín.

Esta ha sido una temporada diferente para él porque después de mucho tiempo volvió a la posición de delantero que solía ocupar en las categoría inferiores del Sporting, y el estar más cerca de la portería le llevó a conseguir los 15 tantos que le sitúan entre los diez goleadores de la Liga. Su mejor marca anterior estaba en seis dianas con el Zamora y el Huracán en Segunda B, y el pasado año metió tres con el Avilés. "Necesité un poco de adaptación, pero me sentí muy cómodo porque me viene bien como juega el equipo por las ayudas de los compañeros", comentó.

El conjunto azulón tuvo que pelear mucho para conseguir el objetivo del play-off, pero después de una mala primera vuelta remontó en la segunda. Algunos jugadores llegan al momento importante con muchos minutos en las piernas, pero Omar considera que eso no es un problema. "El equipo llega en el mejor momento en cuanto a resultados y se demostró ante el Gavà porque fue muy superior", señaló.

La superioridad azulona no se reflejó en el marcador y ahora hay que ganar el sábado (18.00 horas) en el municipal de La Bòbila o empatar a más de un gol, una circunstancia que no es novedosa para los luanquinos. "Es la tónica de este año porque nos persiguió el sufrimiento, por eso sabemos que tenemos que plantear el partido como hicimos hasta ahora y estoy convencido de que se puede pasar, aunque respetamos mucho al rival".

La clave es marcar, pero Omar advierte que no hay que precipitarse. "Tenemos que ver lo que ofrece el Gavá, si espera o si quiere resolver, para ir a por ellos y meter ese gol". Y añadió: "La veteranía que tiene el Marino nos puede beneficiar porque ellos son un equipo joven, aunque tienen gente rápida y de calidad, y en su casa seguro que van a ofrecer más que en Miramar".

El equipo marcó en los últimos partidos de Liga, excepto en Avilés y en Mieres, pero el punta luanquín recuerda que el play-off es totalmente diferente. "Sabemos que podemos, pero vamos a trasladar la presión al Gavá para ver que tiene que ofrecer. Nosotros llevamos dos meses así, paso a paso, y es un factor a nuestro favor", explicó.

El equipo ganó en credibilidad tras meterse en el play-off y ahora, liberado de esa presión, es capaz de todo. "Meternos fue una liberación porque era nuestro deber y ahora vamos a Gavà con la idea de que podemos porque sabemos que partido tenemos que hacer y todo puede pasar". Y concluyó: "El Marino defiende bien y la gente está convencida de sacar la eliminatoria a pesar del duro palo del empate. Hemos hablado mucho para sacar esto adelante y no vamos a aflojar ahora después de un año muy duro".