Pablo Carreño se ha convertido en el segundo tenista asturiano, tras Juan Bautista Avendaño, en jugar la Copa Davis, el domingo, ante Rumanía. Para él supone un paso más en su carrera y sobre todo una enorme ilusión que arrastra desde pequeño.
-¿Qué supone debutar en la Copa Davis?
-Debutar en la Copa Davis era un sueño. Siempre me había hecho mucha ilusión poder jugar algún día esta competición, formar parte del equipo nacional. Sólo estar convocado ya era un sueño, y al final poder debutar, aunque no fuera un partido trascendental, a mí me hacía muchísima ilusión. Encima debuté con victoria, así que muy contento.
- Para un debut ¿mejor hacerlo en un partido con menos responsabilidad, o no?
-Debutas más tranquilo, eso seguro. Pero a mí me hubiera hecho más ilusión debutar con la eliminatoria todavía en juego y tener responsabilidad. Al final estamos acostumbrados a jugar con responsabilidad aunque tal vez no con ese tipo de responsabilidad. Me hubiera gustado tener la experiencia de jugar el partido con la necesidad de ganar.
-El tenis es un deporte claramente individual, ¿qué tiene de especial formar parte del equipo de Copa Davis?
-La Copa Davis es especial para todos los tenistas. Normalmente jugamos todo el año de manera individual y las pocas ocasiones que hay para jugar en equipo son muy especiales. La semana de convivencia es muy diferente y por suerte el ambiente que tuvimos fue fantástico. Encima los resultados acompañaron, así que la experiencia fue sensacional.
-¿Le dijeron algo Conchita Martínez y sus compañeros tras el partido?
-Conchita Martínez me dijo de mano que en principio iban a jugar Feliciano y Bautista pero que estuviera preparado por si sucediera cualquier cosa. Yo traté de ayudar al máximo a mis compañeros cuando estaban jugando ellos y después que se decidió que jugará yo el último punto ellos también me apoyaron al máximo. Incluso me dieron algún consejo para que no me pusiera nervioso. Después del partido me felicitaron porque debutar es algo muy especial y todos han pasado por ello. Encima hacerlo con victoria es una suerte.
-Por la televisión se veía una bandera asturiana muy grande...
-Era de gente que fue al partido, no eran familiares, yo no los conocía.
-¿Hubo muchas felicitaciones tras el partido?
-Toda la gente que me sigue me mandó felicitaciones y luego los más cercanos también se alegraron mucho por mi.
-El próximo rival se sabrá hoy, ¿alguna preferencia?
-La verdad es que no sé todos los rivales que nos pueden tocar. La preferencia es jugar en casa, que ya nos toca porque hace tres años que no lo hacemos.
-Este debut con triunfo en la Copa Davis ¿tiene alguna dedicatoria?
-Cuando haces algo especial siempre te acuerdas de la gente que te ha estado apoyando en los momentos difíciles, de la familia, de mis padres, de mis hermanas, de todos los que cada vez que pierdo un partido complicado y que mucha gente no se acuerda pero ellos si que están ahí. De los entrenadores del Grupo Covadonga que siempre están animándome. Cuando las cosas van bien pues me gusta que ellos también puedan celebrarlo.
-¿Está siendo su mejor temporada?
-Creo que sí. Tanto de nivel de juego como de resultados. Fue una lástima haber perdido las dos finales a las que llegué pero creo que lo importante es el nivel de juego que estoy dando y tengo que seguir así.
