El atleta jamaicano de 29 años y con siete medallas de oro en citas olímpicas Usain Bolt declaró ayer que espera "despedirse" de la mejor forma posible si logra "dos medallas más" en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro después de conseguir la presea dorada en los 100 metros, afirmando ser así un deportista olímpico "inmortal".

"Esto es por lo que entrenamos, les dije que iba a lograrlo. Estad alerta porque quedan aún dos más por delante. Y sí, alguien dijo que puedo ser inmortal, dos medallas más y puedo despedirme como inmortal", aseveró el atleta que consiguió tres medallas de oro en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012 respectivamente, siempre en los 100, los 200 y el relevo 4x100.

Bolt señaló que la victoria del domingo se debe al "entrenamiento" que practica día a día y advirtió que "todavía quedan dos pruebas más" de 200 y 4x100, en las que ya reinó dos veces en las dos citas olímpicas pasadas.

"Quería ir más rápido pero ejecuté bien lo que tenía que hacer para llegar primero a la meta. Lo más importante era estar concentrado y no apurarme y cometer errores. Ahora lo que me está pasando es brillante, que quede para la historia lo que he logrado es maravilloso", celebró el jamaicano que se ha ganado con creces el título de hombre más rápido del mundo.

En cuanto a los abucheos que recibió el estadounidense Justin Gatlin por su suspensión dos veces como dopaje, Bolt se mostró sorprendido y declaró que fue "algo impactante" y que él, por el estadounidense "siempre tiene un buen inicio" mientras el suyo propio no fue "tan bueno".

Los espectadores no le perdonan a Gatliin su pasado (cuatro años suspendido por dopaje), pero tampoco aguantan a nadie que, al menos sobre el papel, esté en condiciones de batir a su ídolo. El norteamericano, "el malo de la película", tuvo que contentarse con ser el medallista olímpico de más edad en esta prueba, con 34 años.

Con el público entero a su favor, una vez ganada entre bambalinas la batalla psicológica y con ese cuerpo, a nadie pudo extrañar que Bolt venciera con tanta facilidad. Ocho centésimas en 100 metros son muchas. El año pasado, en los Mundiales de Pekín, sólo 13 milésimas los separó en la meta, también a favor del "macho alfa". Bolt venció en Río con 9.81, el peor tiempo de sus tres títulos olímpicos del hectómetro, pero con igual autoridad, en una repetición del podio mundialista de Pekín 2015, aunque en aquella ocasión el canadiense De Grasse compartió el bronce con el estadounidense Trayvon Bromell.