El austriaco Dominic Thiem, octavo cabeza de serie y a sus 23 años la raqueta más prometedora del circuito, con cuatro títulos ganados este año, frenó ayer la racha del asturiano Pablo Carreño (39 ATP) en la tercera ronda del abierto de Estados Unidos. Nueve victorias -las cinco de su triunfo la pasada semana en el torneo de Winston-Salem, dos ahora en Nueva York en individuales y otras dos en el cuadro de dobles- llevaba el tenista forjado en las pistas del Grupo Covadonga, que tras un impresionante set inicial que ganaba por 1-6, cedía en las tres siguientes mangas por 6-4, 6-4 y 7-5 en un choque competido y tremendamente igualado que se acercaba a las tres horas de duración.

Firmó Carreño un inicio de partido perfecto, ganando los cinco primeros juegos tras romper en dos ocasiones el servicio de Thiem, que le había ganado en las dos ocasiones en que se habían cruzado anteriormente en el circuito. Un primer set que el gijonés cerraba con un 6-1 a su favor en sólo 20 minutos y sin ceder una sola bola de ruptura.

Thiem, enrabietado, ganó en blanco el primer juego de la segunda manga y empezó a presionar a Carreño, que salva una bola de ruptura en el segundo juego pero que termina cediendo su saque en el cuarto. Tuvo dos oportunidades que no concretó para recuperar el break en el quinto juego, pero no sería hasta el octavo cuando nivelada el marcador (4-4). Ganó el austriaco a continuación su servicio y en su primera bola de set en el décimo juego sentenciaba 6-4 a un Carreño que caía tras alcanzar la orilla.

El tercer set, con un sexto juego espectacular en el que Carreño salvó tres bolas de ruptura tras más de diez minutos de batalla, mantuvo la igualdad hasta el décimo juego, cuando con saque del asturiano Thiem protagonizaba sus mejores golpes anotándose el juego en blanco para repetir el 6-4 de la segunda manga a su favor.

Lejos de hundirse tras verse 2-0 abajo en el cuarto set, Pablo Carreño tiró de garra y se agarró a la pista. Primero igualó a dos juegos y los empates se fueron sucediendo hasta el 5-5, gozando el asturiano en el undécimo de dos oportunidades para romper el saque de Thiem. No las aprovechó y lo pagó caro, pues al siguiente juego el austriaco se colocaba 30-40 y Carreño lanzaba fuera de la pista su revés cruzado lo que le valía a su rival el pase a los octavos de final.

Pero la derrota de ayer no supone la despedida de Pablo Carreño de Flushing Meadows, pues hoy buscará los cuartos del torneo de dobles en compañía del albaceteño Guillermo García-López. Sus rivales serán los estadounidenses Nicholas Monroe y Daniel Young, que protagonizaban de momento la mayor sorpresa del cuadro al haber eliminado en la primera ronda a los segundos cabezas de serie en Nueva York, el croata Ivan Dodig y el brasileño Marcelo Melo.