La del Melilla es una cancha complicada, y aunque no haya comenzado demasiado bien la temporada el conjunto norteafricano dispone de una de las mejores plantillas de la categoría. Llegar a este encuentro después de que uno de los jugadores más importantes de la plantilla del Unión Financiera, Drew Windler, se marchado del equipo de forma inexplicable no es precisamente la mejor manera de afrontar un choque tan difícil. Si encima los jugadores tienen un desacierto brutal en el lanzamiento (2 de 20 en triples y 18 de 52 en tiros de dos) la misión se vuelve ya prácticamente imposible. Lo mejor del partido en Melilla para los ovetenses fue que no perdieron la compostura nunca, que no se rindieron y que llegaron incluso a soñar con la remontada en el inicio del tercer cuarto (se pusieron 40-33 a 7.17 del final del periodo). El bloque se mantiene unido y no parece que la deserción del que fue su compañero vaya a cambiar eso.

Al Unión Financiera le faltó contundencia en el primer cuarto. Dejaron que Melilla les tomara la delantera y se fuera quince puntos arriba (26-11) tras los diez primeros minutos. Una renta que les lastró el resto del partido. Otra montaña más que debían escalar. Los de Carles Marco sufrieron mucho con la buena defensa de los locales y también con su acierto exterior, algo que acusaron aún más jugando muchos minutos con sus dos torres: Felipe dos Anjos y Hernández-Sonseca.

Las cosas parecía que iban a continuar por el mismo camino en el segundo cuarto. Al Unión Financiera le seguía costando anotar y la ventaja de Melilla se llegó a ir a los veintiún puntos (38-17) a 4.52 del descanso. Pero a partir de ahí una defensa en zona llevó al equipo ovetense a encadenar u parcial de 0-11 que puso el marcador 38-28 después de que Salvó culminara una jugada de canasta y tiro adicional. Arteaga tuvo tiempo de encestar para el Melilla y poner el marcador 40-28 en la primera parte.

El inicio del tercer cuarto mantuvo la esperanza del Unión Financiera. Pero después de que un Löfberg que ayer no tuvo su día fallara dos tiros libres que podían haber puesto a los ovetenses a cinco de diferencia se acabó la resistencia de los asturianos. Un parcial de 12-0 (52-33) cuando faltaban dos minutos para acabar el cuarto ya había dejado prácticamente sentenciado el partido.

Al Unión Financiera le toca ahora digerir la derrota antes de recibir el sábado (18.30) a un Coruña que está haciendo una gran temporada. Contarán para ello con el apoyo entusiasta de Pumarín.