"Estuvimos mal y este empate sabe a derrota". Así, sin paliativos, explica el técnico el Marino, Adolfo Pulgar, el empate del domingo ante el colista Urraca (1-1) en Miramar. "Ellos vinieron con la ilusión de tener un entrenador nuevo (Iván Miner), se cerraron bien atrás sin dejar espacios y no acertamos en las ocho ocasiones que tuvimos", añadió Pulgar.

El equipo llanisco, por contra, aprovechó su ocasión en "un error clamoroso nuestro al pillarnos en una contra que nunca se tuvo que haber producido", señala el técnico marinista.

Lo cierto es que el Marino desaprovechó una gran ocasión para afianzarse en la pelea por el cuarto puesto después de la derrota del sábado (0-1) del Covadonga ante el líder Langreo, y queda a cinco puntos del Tuilla, cuarto clasificado. Y todo, comenta Pulgar, "porque nos faltó concentración y agresividad para robar balones en su campo".

El vestuario acusó el golpe y ayer todo eran caras largas en Balbín, pero el equipo cumplió con la rutina de analizar los fallos cometidos "algunos ni siquiera de infantiles" y mañana (el equipo descansa hoy) ya se pensará sólo en el partido del domingo (17.00 horas) en el Suárez Puerta con el Avilés. "Es mal momento para tropezar porque nos llegan el Avilés y el Oviedo B, pero no se puede arrojar la toalla, hay que seguir peleando porque quedan once partidos y todos los equipos pasan por baches durante el año. A nosotros nos toca ahora, pero pasará", concluye Pulgar.