Carles Marco fue ayer una de las pocas personas que no se fue contento de Pumarín. El entrenador quería que su equipo frenase a Zaid Hearst y las cosas no fueron tal y cómo él las había diseñado. Es el momento de pulir los detalles y el técnico del Oviedo Baloncesto quiso lanzar el mensaje a su equipo de que ahora es cuando más deben trabajar.

El catalán no quiere que se repita la historia del año pasado cuando, tras acabar cuartos la liga, desperdiciaron el factor cancha a favor ante el Huesca. "Les voy a exigir el máximo porque no me quiero ir de vacaciones dentro de tres semanas", advirtió el entrenador del Unión Financiera al término del encuentro. Para Marco ayer su equipo no estuvo como él esperaba: "No hemos estado bien, tenemos que seguir mejorando", insistió.

Las palabras bonitas para el equipo ovetense las pronunció el mierense Arturo Álvarez, entrenador del Araberri. El asturiano reconoció que el Oviedo había sido "justo vencedor" y aseguró que el equipo de Marco "es uno de los favoritos para el ascenso si recupera a los lesionados". "Por fin he conocido como entrenador el efecto Pumarín y es una pasada", añadió el entrenador.