El domingo el Caudal se jugará a una carta la permanencia en Segunda División B. Para sellar la salvación los mierenses necesitan imponerse al Pontevedra en el Hermanos Antuña o bien empatar y que no saquen los tres puntos ni Boiro ni Mutilvera. En frente tendrán un conjunto gallego que no tiene en juego más que los tres puntos en liza tras sellar la pasada jornada su clasificación matemática para los play-off de ascenso a Segunda División. En el Pontevedra milita el gijonés Iker Alegre, un jugador que confiesa que "de corazón deseo que el Caudal se salve, pero lo primero es la dignidad del deportista. Que nadie dude de que saldremos a ganar en Mieres".

El Pontevedra está en el candelero y más cuando en la lucha por la salvación está inmerso el Boiro, una localidad que dista a poco de sesenta kilómetros de Pontevedra. Alegre apela a la dignidad y al profesionalismo de su equipo para alejar cualquier tipo de dudas respecto a la actitud del plantel pontevedrés. El gijonés advierte de que "vamos a afrontar el partido como si nos lo jugáramos todo. Es un encuentro más de Liga y vamos a ir a Mieres con la mentalidad de ganar porque ante todo está la dignidad del deportista. Tenemos que competir con todo". Alegre pone como ejemplo el partido de la pasada jornada. En Pontevedra recibieron al Arandina, equipo ya descendido, y ellos se jugaban su plaza para los play-off. Finalmente, vencieron con esfuerzo por 2-1. Para el extremo "la pasada jornada nos medimos a un equipo que no se jugaba nada y compitió, que es lo que nosotros haremos el domingo". Eso sí no oculta que "como asturiano de todo corazón deseo que se salve el Caudal", pero reconoce que "hubiera sido más cómodo para nosotros que hubieran ganado la pasada jornada al Celta B y así ya tenían la permanencia hecha". Al margen de este encuentro la temporada, ha sido complicada para Alegre. En septiembre sufrió una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha de la que ya está recuperado.