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Ahí queda eso

Luis Enrique se va del Barça con nueve títulos sobre trece y el reconocimiento generalizado de sus jugadores y de la afición

Entre estas dos fotos de Luis Enrique hay casi tres años y son la mejor prueba de la tensión que ha soportado el gijonés en el banquillo del Barcelona. "Lucho" se va con nueve títulos, experiencias inolvidables y muchas más canas que en mayo de 2014.

Con nueve títulos en tres temporadas, Luis Enrique se ha convertido, estadísticamente, en uno de los tres grandes entrenadores de la historia del Barcelona. Sólo Pep Guardiola y, por supuesto, Johan Cruyff aguantan la comparación. Al margen de los números, el asturiano se marcha con el reconocimiento de la mayoría de sus jugadores y de una buena parte de la afición azulgrana. Sólo los medios de comunicación, con cuyos representantes ha mantenido fuertes tiranteces, han despachado la "era Luis Enrique" con fuertes críticas, sobre todo por lo que consideran la renuncia al estilo que define al Barça.

"Luis Enrique nos ha acabado conquistando, han sido tres años magníficos". Palabra de Gerard Piqué, uno de los líderes del vestuario y portavoz del barcelonismo para los grandes temas. En vísperas de la final de Copa, las declaraciones del defensa sirvieron para desmentir los comentarios sobre la mala relación del técnico con los jugadores. El más importante de todos, Leo Messi, se fundió en un sentido abrazo con "Lucho" sobre el césped del Calderón, al igual que Neymar y el resto de futbolistas.

Piqué, que considera a Luis Enrique "uno de los mejores técnicos de la historia" del Barça, destacó que "lo más fácil es quedarse con los títulos, pero yo me quedo con su forma de hacer. Con vosotros (los periodistas) quizá no ha tenido la mejor relación, pero en el vestuario nos ha acabado conquistando. Han sido tres años magníficos".

Luis Suárez, en una entrevista para la televisión uruguaya, también despidió a lo grande a Luis Enrique: "Yo era un jugador que cuando perdía el balón bajaba los brazos, en el sentido de que esperaba la próxima jugada. El míster me decía que cada segundo lo aprovechaba el equipo por la presión. También me pedía que discutiera menos con los árbitros. Él me enseñó mucho, aunque no lo parezca".

Iván Iglesias, jugador del Barcelona entre 1993 y 1995, también tiene claro el adjetivo para la era Luis Enrique: "Buenísima".Y lo razona: "Los resultados están ahí. Ha conseguido el rendimiento máximo sostenido, algo muy difícil en equipos de este nivel tan alto. Lucho ya es un referente porque su etapa ha sido casi tan buena como la de Guardiola o Cruyff". Iván admite que en estos tres años ha visto un Barcelona diferente al de Pep Guardiola y Tito Vilanova: "La esencia del Barça es la posesión, manejar el partido. El de Luis Enrique ha jugado más al contragolpe, para la gente que tenía arriba".

"Lo inteligente es tener diferentes registros", añade Iglesias en defensa del entrenador gijonés. "Desde la llegada de Johan hay una línea muy marcada. Para Luis Enrique la prioridad fue dominar las áreas, aunque es verdad que perdió el centro del campo por momentos". Y añade un detalle decisivo: "Nada puede ser igual con la marcha de un jugador como Xavi, el mejor del mundo en esa posición durante quince años, Y no es sólo un jugador, implica el funcionamiento colectivo porque, por ejemplo, Iniesta y Busquets se resienten. Luis Enrique buscó alternativas y lo hizo muy bien".

Iván, que sigue en contacto con el entorno barcelonista, aporta un dato más del paso de Luis Enrique por el banquillo del Camp Nou: "Es una persona muy apoyada allí, le tienen mucho cariño. Él se siente muy culé y eso la afición lo tiene muy presente. Lucho no engaña. Tiene personalidad y es transparente".

Luis Enrique se marcha por cansancio, después de tres temporadas vividas al límite, pero a diferencia de Guardiola no descarta una segunda etapa en el banquillo. De momento podría despedirse con un ahí queda eso.

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