La Selección española sub-21 busca esta tarde (20.45 horas, Cuatro) su quinto título europeo para igualar con Italia en la final del Cracovia Stadium (Polonia) ante la potente Alemania después de un realizar un torneo impecable con pleno de triunfos. En el grupo eliminó a Portugal, una de las grandes favoritas, y en semifinales se impuso a Italia con un vendaval de juego en el segundo tiempo, un triplete de Saúl y un fútbol magistral del bético Dani Ceballos.

La Rojita está deslumbrando amparada en la firmeza de Kepa Arrizabalaga en la portería, el liderazgo de Saúl con goles en todos los partidos, la omnipresencia de Marcos Llorente, la magia de Dani Ceballos y el potencial de Marco Asensio. Son las señas de identidad del grupo de jugadores dirigido por Albert Celades que toma el relevo de los Isco Alarcón, Thiago Alcántara, Álvaro Morata, David De Gea o Koke, que el 18 de junio de 2013 daban la última alegría de la sub-21 en Jerusalén. Los anteriores títulos datan de 1986, 1998, 2011.

Lo que triunfa no conviene tocarlo. Es la filosofía que aplicará Celades en su equipo titular para la final, en el que estará el sportinguista Meré. José Luis Gayá se presume como titular en el lateral izquierdo. El combinado nacional se ejercitó a última hora de ayer y ensayó los penaltis.

La historia favorece a la selección española, que ganó en cuatro de las seis ocasiones en las que ambas selecciones se enfrentaron en la categoría, mientras que Alemania ganó una vez y en otra el partido acabó en tablas. "Independientemente de la euforia externa, que existe, somos conscientes de nuestra realidad. Viendo a mis jugadores me quedo tranquilo", aseguró ayer Albert Celades, que añadió que "saben que tienen que competir al cien por cien para tener éxito y mañana todavía más en una final y ante Alemania". El entrenador elogió a su rival y aseguró que es "una potencia" en el mundo del fútbol". "Es el partido más importante de mi trayectoria en la sub-21", dijo Deulofeu. Los jugadores alemanes sorprendieron ayer al hacer un llamamiento a practicar "juego sucio" para detener a España.