El 21 de enero iniciará su temporada en Argentina, participando en el Tour de San Luis. Una cita nueva en su calendario profesional y a la que acude cargado de ambición para dejarse ver y presentar batalla. En su segundo año en la élite Iván García Cortina quiere dar un paso más al frente, por ello expone que "estoy mucho más motivado que el año pasado, me cuido más en las comidas y en los descansos, todo para entrenar bien y ser más competitivo". Su final de temporada en La Vuelta a España le han hecho confiar más en sus posibilidades de éxito, en las que las etapas llanas y las clásicas vuelven a estar en su punto de mira.

Su poderío físico sobre la bicicleta, como ya demostró en su primer año con el equipo Bahrain-Mérida no tiene límites. El gijonés quiere dejar su impronta en el pelotón desde ya mismo. Ya ha pasado el año de aprendizaje y adaptación y ahora quiere demostrar la experiencia aprendida. "Ahora sé el nivel que hay en el pelotón, y ano es desconocimiento como el año pasado y sí es cierto que en las clásicas no se deja de aprender, pero voy a intentar dar un paso más para entrar en el top 20 de estas carreras y si tengo un buen día luchar por estar más arriba", confiesa con ambición. Su equipo le ha dado vía libre para ello pese a su juventud.

Rumbo a Gran Canaria

El gijonés puso ayer rumbo a Gran Canaria para continuar con su entrenamiento y aprovechar la buena climatología y el 14 de enero pondrá ya rumbo hacia Argentina. Centrado al 100% en su preparación física, Iván Cortina se apoya en las buenas sensaciones obtenidas en la pasada Vuelta a España para continuar esta temporada con un plan similar en cuanto a calendario de carreras se refiere. Tras Argentina, participará en el Tour de Dubai y, posteriormente, llegará su momento en las grandes clásicas, sus carreras favoritas, con especial mención a Roubaix -su gran sueño- y Flandes. Posteriormente, todo hace indicar que estará en una grande, con más opciones para La Vuelta, pero sin descartar el Tour ya que comenta que "depende de cómo vaya al principio de año tendré mis opciones, si voy bien ayudará, sino no".

En su segundo y último año de contrato con el Bahrein-Mérida, el gijonés quiere bajar un piñón más, apretar los dientes y demostrar su enorme futuro en el menos espacio de tiempo posible. Su ambición no conoce límites y está listo para presentar batalla y hacer brillar su figura.