Desde 1966, cuando consiguió su sexta Copa de Europa, el Madrid tardó 32 años en volver a levantar la "Orejona". Y lo hizo cuando menos se esperaba, al final de una temporada que cerró en cuarta posición la Liga 97-98, a once puntos del campeón Barcelona. El escenario de la Séptima se repitió en la Octava y la Novena, que llegaron en los siguientes años pares: quinto, a siete puntos del Deportivo, en 1999-2000; y tercero, a nueve del Valencia en la 2001-2002. Europa, por tanto, fue un magnífico refugio para el madridismo en tiempos de debilidad casera, un buen precedente ahora que el equipo de Zidane navega a 16 puntos del Barcelona.

En la jornada 18 de la temporada 1997-98, la que acaba de disputarse el pasado fin de semana, el Madrid sólo iba a un punto del líder, el Barcelona. Pero la segunda vuelta se le hizo larga al equipo que entrenaba Jupp Heynckes, que pronto se volcó en la Copa de Europa. Ante la debilidad del técnico alemán, que anunció su marcha meses antes del final de temporada, los pesos pesados del vestuario fueron asumiendo el mando del equipo y la autogestión dio resultado: 1-0 a la Juventus en la final del Amsterdam Arena.

El Madrid disputó las dos siguientes finales con un entrenador, Vicente del Bosque, que sí tenía el respeto del vestuario. Tanto en París en el año 2000 (3-0 al Valencia), como en Glasgow en 2002 (2-1 al Bayer Leverkusen), el equipo blanco se jugó la temporada a una carta. Sobre todo en la que supuso la Octava, ya que en caso de derrota en la final el equipo ni siquiera hubiese jugando la siguiente máxima competición continental, al quedar quinto en la Liga.

Las Champions más recientes no han llegado tras desconexiones ligueras, pero la Décima y la Undécima sí sirvieron para evitar una temporada en blanco. De hecho, Carlo Ancelotti salvó el cargo con la agónica victoria de Lisboa frente al Atlético de Madrid. Y Zidane empezó su retahíla de títulos gracias a la tanda de penalties de Milán. La excepción llegó con la Duodécima, que el Madrid ganó apenas dos semanas después de lograr la Liga y, por tanto, el primer doblete después de 59 años.