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El Hijo De Esther

Si lo hace Messi...

Llevo varios meses rumiando las incontables injusticias que se cometen a diario o semanalmente con Cristiano Ronaldo. Ya no hablo de las personales, si no, sobre todo, de las futbolísticas. Porque, según los grandes gurús futbolísticos, el portugués está acabado, ya no llega, debería retirarse, el Madrid debería venderlo. Esto lo gritan a los cuatro vientos principalmente porque no les conviene, no vaya a ser que se vean las costuras de todos y Messi no sea el rey absoluto, el emperador genial del fútbol, como ellos defienden. Por cierto, que no lo es. Como mucho tiene el título de consorte.

Bueno, a lo que iba. Sobre esto de las injusticias, durante el partido del sábado en Eibar, CR7 se marcó un regate con la espalda que elevó un poco el tono del locutor aunque sin conseguir cambiar el tono monótono de Valdano. El regate en cuestión (esperar el pase largo y con la espalda cambiar la dirección del balón para bajarlo al suelo deshaciéndose del defensa e ir directo a portería) no lo había visto en mi vida. No es que haya visto todo el fútbol, pero algo sí que tengo en la retina. Bueno, pues el regate con la espalda ha pasado casi desapercibido. Si lo hace Messi... Esto llega unas semanas después de que "el más grande entre los grandes", "el único genio del fútbol mundial", el amigo de "enpropiapuerta" y primo de "les hago 100 goles a los equipos de media tabla para abajo" fuera considerado extraterrestre por meter un gol de falta por debajo de la barrera cuando este tipo de disparo ya se lo hemos visto hacer al menos a media docena de jugadores, entre ellos (ahora viene la cara de sorpresa) al propio Cristiano Ronaldo. Pero claro, dos semanas después, es decir, la pasada semana, volvieron los halagos hiperbólicos a Lionel Messi por marcar de falta a Oblak y, posiblemente, decidir la Liga.

Hasta ahí, todo muy bien. Pero horas más tarde en "El Chiringuito" se desvela que la barrera no estaba a 9 metros y 15 centímetros del balón. Ni siquiera medio metro más atrás, ni siquiera un metro y medio, ni incluso dos metros; estaba dos metros y 15 centímetros más atrás. O sea, a 11 metros y 30 centímetros. Esto es casi como no poner barrera. Y me pregunto: ¿fue tan buen lanzamiento? No. ¿Mereció las hipérboles? No. ¿Se está despreciando a CR7 para evitar su alargada sombra sobre el 10 argentino? Sí. Los ejemplos son muchos, pero los tres expuestos creo que dibujan bien el escenario de los que quieren desbancar del trono a Cristiano Ronaldo y subir al pedestal al gran Lionel Messi, cuando como mucho se le podría dar el título de consorte. Y eso, forzando la máquina.

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