José Antonio Domínguez rescindió ayer su contrato con el Avilés por "los cuatro meses", explicó, que le adeuda el club y se despidió de sus ya excompañeros en La Toba. El jugador de Manresa (Barcelona), aunque criado en Huelva, jugó su último partido como avilesino el domingo contra el San Martín (1-0), un encuentro en el que fue capitán por la ausencia del sancionado Coutado y que será recordado por la sentada de los futbolistas blanquiazules sobre el césped de El Florán en protesta por los impagos.
- ¿Cómo surgió la idea de la sentada en El Florán?
-Habíamos hablado en el vestuario de hacer algo para protestar y llamar la atención sobre nuestra situación. Tenemos derecho a hacerlo puesto que no pedimos nada que no sea nuestro, es dinero que nos hemos ganado, y nadie en el club nos había dado fechas ni nada, pero tampoco teníamos decidido cuando iba a ser. De hecho no lo teníamos previsto para el domingo y lo acabamos de acordar en el vestuario porque para algunos la situación es ya insostenible, por eso no lo sabía nadie pero llevamos tragando desde hace tiempo y estos compañeros merecen un monumento por todo lo que están aguantando.
- ¿Por qué se marcha ahora cuando tuvo ofertas en enero y ya no puede fichar por nadie?
-Porque he llegado a una situación límite y lo llevaba pensando hace tiempo. Vivo a mil kilómetros de mi casa y no se puede vivir con la situación que tengo aquí. He intentado aguantar hasta el final de la temporada, pero no he podido porque el cuerpo me ha dicho basta. Creo que es comprensible al cien por cien y los compañeros y cuerpo técnico me apoyan.
- ¿No tiene entonces nada que ver con una represalia del club por la sentada?
-No, no, nada que ver, ha sido todo cosa mía. Llevo aguantando y tragando desde que llegué. No me he quejado en ningún momento y he aguantado hasta que he podido, pero ahora sólo quiero estar con mi familia y descansar, sobre todo la cabeza, porque ha sido una temporada muy dura.
- El futuro del Avilés es muy negro y esto no ayuda.
-Es verdad que no ayuda, pero pienso que hay bastante calidad porque el equipo se reforzó bastante bien en enero. Las cosas no están funcionando pero quedan nueve partidos, estamos a tiempo y confío en que mis compañeros van a sacar esto. Espero de corazón que así sea porque estoy muy orgulloso de haber jugado en el decano del fútbol asturiano.
