El Sporting B sigue en lo más alto. Su victoria en Las Gaunas vale su peso en oro después de que el Mirandés metiera presión el sábado. Tres puntos en una plaza complicada y ante un rival duro que se vio condicionado por la expulsión de Miguel Santos en el minuto 40, puesto que tras una primera parte equilibrada, en la segunda el filial gijonés manejó a su antojo hasta que le dio la vuelta al marcador. A partir de ese momento, tocó sufrir ante el empuje del conjunto riojano que tuvo en sus botas el empate.

Con el liderato en juego y ante un rival que obliga a mantener la concentración en todo momento, el Sporting B dejó hacer de primeras. Con el paso de los minutos, una vez asentado en el campo, fue equilibrando las fuerzas. Cierto que sin mucho peligro, salvo un centro chut desde la derecha y un par de faltas directas que se marcharon fuera, pero ya determinaban a una UD Logroñés que tenía que replegarse y que no podía combinar a su gusto. En la igualdad, el duelo estaba con miedo a que se rompiera.

Fue Sotillos el que desniveló la balanza en una acción individual. Con viveza se anticipó a su par, condujo con fe hasta que vio a un compañero, esperó el centro y remató, a la primera, para superar a Dani Martín. No parecía un central. Con el gol en contra, los de José Alberto López veían el descanso como una manera de encontrar la solución. Sin embargo, la expulsión (muy discutida por la parroquia local) de Miguel Santos allanó el camino.

Nada más reanudarse el duelo en la segunda parte, ya en superioridad, Claudio Medina empataba la contienda con un remate de cabeza tras asistencia de Adri Montoro. Justo en el momento que Azpiri, con tarjeta, dejaba su lugar a Pablo Fernández en una apuesta ofensiva. El tiempo corría sin que pasaran cosas pese al dominio territorial de los asturianos. Hasta que Claudio Medina obligó a Miguel a una estirada meritoria.

Y a renglón seguido vino el 1-2. Otra jugada polémica porque el equipo local consideró que había fuera de juego de Cordero, que remató en el segundo palo un centro desde la izquierda.

Pese al marcador en contra y la inferioridad, los riojanos pudieron empatar de no haber mandado a las nubes Marcos André un remate franco con el portero ya superado. El empuje de los riojanos obligó al filial a retroceder. Pero los rojiblancos aguantaron y siguen líderes una semana más.