Roberto Aguirre (Langreo, 24 de febrero de 1968) hace balance para LA NUEVA ESPAÑA de la temporada tras el descenso del Lealtad a Tercera División. El técnico del cuadro maliayo resalta lo cruel que ha sido el fútbol con su equipo

- Se consumó el descenso, ¿una temporada muy dura?

-Sí, yo diría que cruel. Lógicamente hemos cometido errores, pero fueron demasiadas adversidades, nos encuadraron en el grupo que más nos perjudicaba. Empezamos la temporada perdiendo un jugador, rápidamente nos aparecen lesiones en futbolistas importantes, algunas de ellas de larga duración como la de Javi Porrón, que siempre ha sido un seguro de vida en la portería, decisiones arbitrales muy cuestionables, sanciones, penaltis fallados.... No salíamos de una y entrábamos en otra, ha sido muy duro.

- ¿No quería este grupo ni en pintura?

-No, no lo quería, ha sido lo peor que nos podía pasar, lo conocía muy bien y nos perjudicaba mucho. Un equipo como nosotros, que saca especialmente los puntos en nuestro campo, tenía claro que en este grupo eso se nos iba acabar. Jugar en Les Caleyes contra este perfil de equipos era perder por completo el factor campo.

- Pero el equipo compitió.

-Para tener opciones de ganar teníamos que hacer el partido perfecto, sin un solo error. La mínima fisura que pudiésemos tener nos penalizaba brutalmente. Hacíamos muchas cosas bien, pero trascendía más en el resultado cualquier mínimo fallo que todo lo que hacíamos bien. Salvo raras excepciones hemos plantado cara a la mayoría de nuestros rivales, fuese cual fuese su potencial, y a pesar de la situación hemos conseguido hacerlo desplegando buen fútbol.

- ¿Han tenido más problemas en el ataque o en la defensa?

-En defensa, aunque en ataque evidentemente echamos de menos a un jugador como David Grande, que la temporada pasada marcó 16 goles. Pero hemos sido un equipo capaz de generar ocasiones del gol en la mayoría de los partidos. A nivel defensivo este grupo exige ser muy fuerte en los duelos. Quizá nos ha faltado un jugador de ese perfil en defensa, pero no hemos podido incorporarlo a pesar de nuestros intentos. Las posibilidades económicas nos han condicionado en un mercado de Segunda b que ha vuelto a recuperar valores cada vez más difíciles de llegar para el Lealtad. Quizá la mejor de las líneas ha sido la de medio campo donde destacaba Mendi. Nos afectó mucho su pérdida por la sanción de cinco partidos en el tramo final de temporada.

- ¿Tanto esfuerzo sin recompensa ha pesado emocionalmente?

-Sin duda, especialmente para los futbolistas. Cuando pasan las jornadas y no ganas se hace más duro psicológicamente, la autoestima en la derrota siempre baja y eso hace peor a los futbolistas. Se necesita mucha entereza para superarlo sin buscar fantasmas. Muchos de los jugadores ya habían vivido en sus carnes descensos. Cuando convives en los puestos de abajo puede hacer que negativicen lo que están viviendo, son comportamientos habituales. Hubo mucho trabajo por ese lado. Desde el cuerpo técnico intentábamos siempre como estrategia positivizar todo, focalizábamos la atención en el lado positivo de las cosas, no nos cegábamos en la busca de culpables tras la derrota, llevábamos rápidamente la mirada a cómo ganar el siguiente.

- ¿Es el primer descenso de su carrera?

-Sí. Tras tantos años de profesión tenía que tocarme en algún momento, y más si estás en clubes que por sus limitaciones sabes que tras varios años en una categoría lo normal es que pueda llegar el descenso. Pero es tal como imaginaba, se pasan momentos muy difíciles. Siento que haya ocurrido en el Lealtad. Tengo especial admiración a las personas que lo forman, gente muy capaz, a quien estoy muy agradecido por la confianza que depositaron en mi hasta el final. Mi reconocimiento a la gran labor que están haciendo en este club.

- ¿Tocan nuevos proyectos?

-No sin antes agradecer a los jugadores su esfuerzo en el peor de los escenarios posibles, que es la derrota. Se tiene que ser muy fuerte para soportar con entereza la dureza de la competición en una situación así. Estoy seguro que recogerán el fruto al trabajo en el futuro. A todos les deseo la mejor de las suertes, a todo el cuerpo técnico, incansables trabajadores y compañeros inseparables durante toda la temporada. Y como decía anteriormente a la gente del club, a los que estoy muy agradecido por el trato y la ayuda continua que me dieron, así como el apoyo de la afición maliaya. Como es obvio especial agradecimiento a Pedrín (el presidente), con un sentimiento profundo de su Lealtad y gran conocedor del fútbol. Con muy pocos recursos encaminó un club amateur a una línea más profesional, capaz de afrontar cualquier reto que se le presente y que estoy seguro tendrá por delante. Gracias a él formo parte de la historia de este gran club, donde me llevo el mejor recuerdo de una temporada donde como entrenador pude igualar los mejores registros de su historia en Segunda División B.