Un grupo de aficionados iraníes logró que los jugadores interrumpieran el entrenamiento y salieran a saludarles en una muestra del ambiente de euforia y optimismo que rodea al equipo días antes de enfrentarse a España. Los cánticos de los seguidores provocaron que el seleccionador iraní pidiese a sus jugadores que se acercasen a saludar a los aficionados.