Oviedo, José Luis SALINAS

Arcelor-Mittal prolongará durante el próximo año su recorte de personal. El gigante siderúrgico ha planteado a los sindicatos una reducción en su plantilla en Europa de unos 10.000 trabajadores. Para alcanzar esta cifra, según apuntan fuentes sindicales, la compañía tirará de prejubilaciones y de bajas incentivadas (esta última fórmula ya fue utilizada durante este año por la empresa con bastante éxito en algunos países europeos, pero con poca repercusión en España). En Europa la compañía cuenta con una plantilla de casi 179.000 trabajadores. La dirección del conglomerado siderúrgico que preside el magnate indio Lakshmi Mittal iniciará hoy las negociaciones con los sindicatos para discutir cómo se llevarán a cabo las prejubilaciones en la región durante el próximo año. Las centrales estiman que serán unos 400 operarios los que salgan de la compañía, aquellos que nacieron durante el año 1950.

Los sindicatos critican con dureza la decisión de la compañía de aligerar su plantilla europea. «La empresa está utilizando la crisis para reducir sus gastos y hacer una industria del acero de bajo coste», señalan desde el comité europeo de la siderúrgica. Arcelor justifica su decisión asegurando que hasta el año 2013 la capacidad de producción de sus plantas en Europa estará en torno al 70 por ciento debido al bajón que está sufriendo la demanda. Aun así, la compañía espera una recuperación de los pedidos a lo largo de las próximas semanas.

En Asturias, el programa de bajas voluntarias que la compañía puso en marcha este año para aligerar su plantilla tuvo muy poca repercusión. Los planes de la multinacional para la región pasan por dejarla en 5.000 trabajadores a lo largo de los próximos tres años, con lo que el recorte global en el Principado rondará los 1.300 empleos.

La compañía no entró a valorar ninguna de las cifras que hicieron públicas los sindicatos, aunque fuentes de la empresa reconocieron que están planteando «esta reducción de personal en sus instalaciones de todo el mundo para conseguir optimizar la producción de las plantas». Arcelor-Mittal tampoco precisó, en una reunión celebrada en Luxemburgo con los sindicatos, la distribución del ajuste por países. Los representantes de las centrales sindicales en Asturias sí señalaron que lo más probable es que el impacto de la medida en las factorías de la región «sea mínimo», aunque precisaron que la decisión dependerá de la evolución del mercado.

Luis Ángel Colunga, coordinador de la Federación Europea del Metal, expresa su preocupación. «Los trabajadores ya hemos aceptado este año una congelación de los salarios, pero para 2010 se espera que los beneficios aumenten y que la empresa reactive sus inversiones en países emergentes. Pero están descuidando sus gastos de mantenimiento en muchas plantas europeas». Colunga asegura sentirse también preocupado porque en la multinacional se está produciendo una «precarización del empleo». Y pone un ejemplo de este proceso: «En Polonia hubo unos dos mil empleados que este año se acogieron al programa de bajas voluntarias. Muchos de ellos, que tenían un trabajo fijo, han vuelto a los mismos puestos que estaban ocupando pero contratados a través de una empresa de trabajo temporal y con un sueldo inferior». Los sindicatos asturianos ya han advertido a la compañía de que no admitirán nuevas congelaciones de salario puesto que Arcelor volvió a presentar beneficios durante el tercer trimestre del año.

Iñaki Malda, representante de UGT para las plantas asturianas de Arcelor, asegura que la reestructuración que está realizando Arcelor «es una carrera de fondo en la que tenemos que posicionarnos en los primeros puestos para poder salir reforzados. En este aspecto nos beneficiará el arranque de las instalaciones que estaban paralizadas».

Por su parte, el delegado central del sindicato Confederación Francesa de Trabajadores, Edouard Martín, considera que el mensaje de la dirección de la compañía siderúrgica es que, en un contexto de competencia exacerbada, considera necesario «mejorar su competitividad y reducir los gastos generales en unos 500 millones de dólares para dejarlos en menos del 3,5 por ciento de la facturación».

El representante de USO en Arcelor, José Luis Porto, aseguró que «sabemos que las intenciones de la empresa son las de reducir su plantilla y al plantear anuncios como el de la reducción de los 10.000 empleos lo que está haciendo es fomentar la competencias entre plantas y países».