Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

Un tercio de la población activa asturiana tiene contrato temporal o está en paro, mientras que en el conjunto de España este porcentaje se eleva al 36 por ciento. Las razones que explican que los datos de Asturias sean ligeramente inferiores se encuentran en el elevado envejecimiento de la población y la menor participación de la mujer y de los inmigrantes en el mercado laboral. La patronal CEOE-Cepyme y los sindicatos CC OO y UGT constituyeron ayer la mesa de negociación colectiva para 2010, y previsiblemente para 2011 y 2012, con la voluntad de dejarlo cerrado en el mes de enero. La previsión es que inmediatamente después el Gobierno convoque a empresarios y sindicatos para abordar la reforma laboral.

El secretario de Estado de Economía, el asturiano José Manuel Campa, ha reiterado en las últimas semanas que el 40 por ciento de la fuerza laboral del país, en números redondos, tiene contratos temporales o está en el paro, mientras que el resto tiene contratos indefinidos. Una dualidad que, afirma, hay que eliminar en la futura reforma laboral. En Asturias, la tasa de temporalidad sobre población activa es del 17 por ciento, mientras que en el conjunto del país es del 18 por ciento.

Florentino Felgueroso, profesor del departamento de Economía de la Universidad de Oviedo y director de la cátedra de Capital Humano y Empleo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), explica que «lo que Campa quiere expresar es que una parte sustancial de la población activa se encuentra en la precariedad, ya sea en el desempleo o en empleos temporales».

Una precariedad que, según el economista, no ha sido el motor de la economía española. «El cálculo es bien sencillo. Dado que la tasa de temporalidad se ha mantenido entre el 30 y el 33 por ciento, por cada tres empleos asalariados que se han creado, dos han sido indefinidos y uno temporal. El empleo en España aumentó en casi siete millones en la última década, luego en balance tenemos cinco millones personas trabajando en empleos indefinidos. En consecuencia, la proporción de empleados indefinidos sobre la población en edad de trabajar ha aumentado considerablemente», explica.

Felgueroso es, además, uno de los cien economistas que, como José Manuel Campa, suscribió una propuesta de reforma laboral para reactivar en el mercado entre cuyas proposiciones figuran un único contrato fijo con despido gradual, que los convenios de empresa prevalezcan sobre el resto y crear un fondo individual para el desempleo. En aquel momento Campa no era secretario de Estado. Ahora, el Gobierno prepara sus propuestas para la reforma laboral, que prevé presentar en enero. Pero, en todo caso, el Ejecutivo ya ha avanzado que 2010 no será un buen año para el empleo.

Felgueroso explicó que «aunque la reforma laboral ha de ser integral», se debe abordar el complejo asunto de las indemnizaciones por despido. «Es uno de los factores básicos para explicar por qué existe tanta temporalidad en España, que segmenta el mercado de trabajo condicionando el funcionamiento de la negociación colectiva, el sistema de protección del desempleo y la eficacia de las políticas activas».

En el caso de Asturias, y según los estudios realizados por el profesor Felgueroso, si se analiza cada colectivo de manera independiente, la temporalidad es similar al resto de España. Aunque también advierte de algunos casos llamativos, como el de los jóvenes con titulación superior, «cuyos salarios como las condiciones de estabilidad son incluso peores que en el resto del país, y no es una leyenda urbana».