Presidente para Europa del sur del grupo lácteo Bongrain y consejero de Capsa

Oviedo

María José IGLESIAS

El presidente para Europa del Sur del grupo lácteo francés Bongrain en España y uno de los consejeros de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), Nicolás López, clausuró ayer un máster de la Universidad de Oviedo sobre biotecnología alimentaria. López pronostica que la recuperación económica no llegará hasta 2013.

-¿Vivimos una simple crisis o el crack de un sistema?

-Esta crisis no es la primera de la historia de España. Ni será la última. En mi conferencia en la Universidad de Oviedo realicé un recorrido histórico para demostrar que tuvimos crisis fuertes en el siglo XIX, cuando terminó la primera Guerra Mundial y después de la Guerra Civil.

-En teoría, España, miembro del Club Europeo, es un país del bando de los ricos...

-Creernos eso ha sido nuestro gran error. Ningún país del mundo es inmune a las crisis. Vivimos las del 73, la del 92 y ahora ésta, de la que se saldrá.

-¿Cómo?

-La primera cosa es no dejarse envolver por esa vorágine de crisis. Es muy fácil caer en el pesimismo.

-También muy cómodo..

- Claro. Por eso aconsejo mirar a la historia e interpretarla.

-¿Qué tiene esta crisis económica para ser diferente?

-Es global. Cada crisis tiene unas características. Esta es de modelo económico, financiera, es la quiebra de la sociedad de bienestar. Hay que olvidar la excesiva alegría de gasto de otros tiempos.

-Usted conoce bien el problemón económico griego. ¿Es comparable al español?

-Grecia está peor, pero España va a continuación. Nos ha venido bien el problema de Grecia, ha tapado un poco lo nuestro. España hubiera sido la mala de la película.

-La deuda española genera desconfianza en los mercados internacionales...

-Lógico. Si sumamos la deuda de las familias y la del Estado superamos muchas veces el producto interior bruto.

-Bongrain, socio de Capsa y la empresa a la que usted representa, ¿desconfía de la situación española como para dar portazo?

-No. Tanto en Capsa como en Arias, la marca de Bongrain en España, ya habíamos previsto la crisis. Redujimos deuda, reestructuramos la producción de yogur e invertimos de forma razonable. Nos preparamos para los tiempos duros.

-Se celebra el Día Mundial de la Leche. ¿Buen momento para pensar en la liberalización?

-El sector lácteo se esta reajustando razonablemente. Lleva muchos años en reconversión. Seguirá habiendo ganaderías en Asturias, pero distintas. Más concentración ayudará a reducir costes.

- ¿Qué harán las empresas si el consumo sigue cayendo?

-El consumo seguirá cayendo. En septiembre se iniciará un ciclo de reducción de demanda que durará meses. Es inevitable, porque el modelo de aumentar el IVA y bajar salarios, que Obama le ha pedido a Rodríguez Zapatero, detrae dinero del bolsillo y hará bajar el consumo.

-¿Ese esfuerzo cuadrará las cuentas del Estado?

-Los ajustes seguirán hasta que lleguemos a una situación de razonable solvencia. Yo no veo una economía con un crecimiento del dos por ciento hasta el 2013.

-Cuatro años de sacrificios....

-Y con medidas que nunca imaginamos: agrupar ayuntamientos y cajas de ahorros, el gran instrumento de financiación. Eso nunca lo pensaron los políticos.

-Los sueldos de los funcionarios bajan, las pensiones se congelan...

-La gente valora lo que tiene. Los mayores somos ricos, los jóvenes son mileuristas. Pero aquí funciona el sistema familiar de apoyo.

-Hoy (por ayer) ha hablado ante jóvenes estudiantes. ¿Qué pueden aprender de la situación actual?

- A no endeudarse mucho, a moverse a otros países, a racionalizar costes, a darse cuenta de que no todas las noches se puede salir a cenar, ni tener un Ipad al día siguiente de su salida...

-¿Una propuesta de modelo económico para el futuro?

-No será un modelo único. Debemos buscar diferentes sectores que creen empleo. Si Asturias no se hubiera dedicado a subvencionar parados estaría mucho mejor.

-¿Falta liderazgo político en España?

-Los economistas en política no nos metemos, pero echamos en falta un líder fuerte, tanto en el gobierno como en la oposición. Un Fraga, un Pujol o un Felipe González, un «embaucador» que genere confianza.