Oviedo, Javier CUARTAS

Industrias Lácteas Asturianas, S. A. (Ilas) cumple medio siglo de existencia. Esta compañía, que nació hace 50 años en un antiguo salón de baile, no ha dejado de estar en danza desde entonces y hoy sigue bailando y, además, al son de muchas músicas. Ilas (Reny Picot) es la única multinacional láctea española. Tiene fábricas en España (cinco), Francia, EE UU, México, China, Polonia y próximamente en Brasil, y posee una filial comercial en Portugal. Su fundador, Francisco Rodríguez (Trascastro, Cangas de Narcea, 1937), es un melómano que ha dirigido el grupo con la pretensión de un director de orquesta. Su gama de quesos, una de sus creaciones más amadas, la ha presentado más de una vez en sus campañas de publicidad como una sinfonía de productos virtuosos.

En la aventura empresarial de Rodríguez confluyeron muchas circunstancias decisivas. Su lugar de nacimiento, en la subida a Leitariegos (literalmente «lugar de lecheros») apunta a un determinismo geográfico en su futura dedicación láctea. La visión del mundo global y de las grandes posibilidades del mercado internacional se la dieron sus padres, emigrantes a Argentina y a Madrid. El sentido empresarial lo recibió de su tío Joaquín Rodríguez, dueño de Mantequerías Rodríguez, SA, titular de una pequeña fábrica de quesos en El Escorial y de unas afamadas tiendas en Madrid, y con quien Francisco Rodríguez trabajó en los años 50. La cultura francesa la recibió en el Liceo Francés, de Madrid, donde lo matriculó una de sus tías. Y la técnica más esmerada en la elaboración de camembert y otros quesos la alcanzó durante una estancia formativa, por decisión de su tío Joaquín, en los Pirineos franceses.

Con este caudal de influencias, decidió aventurarse como emprendedor a los 23 años. Ahí fue determinante su abuelo. Porque fue un aval del abuelo lo que le permitió acceder a un crédito de 150.000 pesetas que le concedió en 1960 la oficina del Banco Herrero en Cangas del Narcea y porque fue su abuelo quien le había mostrado de niño que, además de las accidentadas montañas de Leitariegos, existía la Asturias de los valles suaves y las praderas relativamente llanas cuando, a los diez años, lo llevó consigo a las fiestas de San Miguel en Anleo (Navia).

Trece años más tarde, Paco Rodríguez condujo su moto Vespa verde hasta Anleo, siguiendo la senda de la memoria, para erigir allí el primer esbozo tentativo de lo que con los años iba a ser la primera multinacional láctea de capital español.

Asociado a Pablo Mayoral, el hijo del dueño de la antigua sala de baile del pueblo, alquilaron el local, que llevaba tiempo cerrado, por 1.000 pesetas al mes. Allí fundaron la primigenia Reny Picot, S. L. el 10 de marzo de 1960 con 300.000 pesetas e iniciaron, de forma harto rudimentaria, la producción de queso camembert. Los dos primeros litros de leche se los compraron a un vecino, Ramón Cabanín. El propio Paco Rodríguez hacía la recogida por la zona con una moto y un remolque. Los quesos viajaban hasta Oviedo en el techo del Alsa y desde allí un mozo de estación los facturaba en el tren express para Madrid.

Tras un paréntesis para cumplir el servicio militar en Sidi Ifni, Rodríguez reemprendió, a su vuelta, la actividad fabricante. Era 1963. Dos años más tarde, a la muerte de su tío Joaquín, compró su fábrica de El Escorial, amplió capacidad en Anleo con una instalación en propiedad y creó una red comercial por España. La «guerra de la leche» en Asturias en 1966, el nacimiento de Central Lechera Asturiana como reacción en 1967 y el inicio de la actividad industrial de Clas en 1970 le llevaron a fortalecerse con compras de negocios en Galicia (Melliz) y Asturias (en 1971, Industrial Mantequera de Salas, y La Vaquita, de Oviedo) y la participación, en 1973, en el origen de Granja La Polesa, de Siero, con lo que tomó posiciones en leche líquida y en polvo, mantequilla, nata y otros derivados. Esto fue el anticipo de su posterior diversificación, con la elaboración en Anleo de postres (natillas, arroz con leche y «mousse»), chocolate a la taza, bechamel y salsas, sueros, productos dietéticos, alimentos infantiles, fraccionamiento de grasa de leche y elaboración de materias lácteas para las industrias farmacéutica y agroalimentaria, amén de quesos fundidos y rallados, leche líquida y en polvo, mantequilla y nata.

En 1971 redobló su presencia en Madrid con una fábrica de queso fundido en Bustarviejo (tras fracasar en un intento de producir encimas con varios socios) y en 1972 se introdujo en el tratamiento de suero con Agro de Navia, S. A. En El Escorial mantiene la producción de quesos de pasta blanda (Camembert y Brie), quesos azules y especialidades de queso fundido. Más tarde, la compra de Lácteas Castellano-Leonesas, S. A., de Fresno de la Ribera (Zamora), le permitió incorporar quesos tradicionales, frescos y para untar, además de postres de queso, confituras y mermeladas.