Atenas

Las negociaciones entre el Gobierno griego y la «troika» internacional sobre las reformas en el país para recibir más ayuda externa han entrado en fase crítica, reconoció ayer el ministro de Finanzas helénico, Evangelos Venizelos. «La distancia que separa las negociaciones del bloqueo es muy corta», dijo el ministro tras una teleconferencia con los titulares de Finanzas del Eurogrupo y horas antes de culminar la más reciente ronda de conversaciones, que terminó una vez más sin acuerdo.

«Las negociaciones pueden llegar a punto muerto por casualidad o, incluso, por malentendido», aseguró Venizelos. El ministro confirmó que la teleconferencia «fue difícil y que por parte de los socios europeos hay mucha presión e impaciencia».

La «troika» está compuesta por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea. Según Venizelos, ya hay acuerdo sobre la recapitalización de los bancos y sobre las privatizaciones, pero no hay acuerdo sobre la reducción de los salarios al sector privado y las medidas de reducción del gasto público.

Sólo a cambio de más reformas y austeridad la comunidad internacional quiere conceder a Grecia nuevas ayudas de unos 130.000 millones de euros para hacer frente a su enorme endeudamiento. La «troika» demanda, entre otras reformas, una rebaja del 25% en el salario mínimo que cobran los griegos.