Madrid / Bruselas, Agencias

El Estado registró un déficit de 20.668 millones de euros en los dos primeros meses del año, el 1,94% del PIB, según los datos avanzados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Este repunte es preocupante porque la exigencia impuesta por la Comisión Europea al Gobierno de España es que no puede rebasar en todo el año el 5,3% después de haberle exonerado de reducirlo al 4,4%, que era el compromiso previo asumido por España.

Según el Departamento que dirige Cristóbal Montoro, hay que tener en cuenta que en este período se producen adelantos de las transferencias a las comunidades autónomas y más transferencias a la Seguridad Social por importe de unos 6.000 millones, partidas que se irán cancelando a lo largo del año.

Además, las cifras aún no incluyen la mayor parte del incremento de las retenciones a cuenta en el IRPF aprobadas para la corrección del déficit, que se notarán más a partir de marzo y que mejorarán los recursos en un punto del PIB.

Todo ello se produce cuando la economía española ha vuelto a entrar ya en recesión (dos trimestres consecutivos de caída del PIB), según confirmó ayer el Banco de España. Con ello España ha vuelto a una situación recesiva por segunda vez en esta crisis internacional. De la anterior había logrado salir, con un crecimiento positivo del PIB -aunque aún insuficiente para crear empleo- en el primer trimestre de 2010.

Fuentes de la Comisión Europea añadieron ayer más leña al fuego: desde esta institución se difundió que España debería recurrir al fondo de rescate de la UE para acelerar la reestructuración de su sistema bancario y lograr así que vuelva a financiar la economía real, y minimizar el «efecto estigma» que esta petición de ayuda puede suponer para las entidades españolas.

La reacción fue inmediata: el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, negó «rotundamente» que España necesite acudir al fondo de rescate de la UE para acelerar la reestructuración del sector financiero. Y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, salió a echar un capote a De Guindos: «Es completamente infundado y no es cierto».

Pero el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, pidió al Gobierno que aclare quién pagará la reestructuración financiera, porque, en su opinión, es necesario resolver esta incógnita para concluir con un proceso que para la patronal bancaria ahora no cuenta con un «rumbo preciso».