Madrid, Efe / E. P.

El presidente de BBVA, Francisco González, insto ayer al Gobierno a que pida el rescate a la Unión Europea «cuanto antes, siempre que sea posible», para que la compra de bonos soberanos por parte del Banco Central Europeo (BCE) surta su efecto beneficioso sobre la financiación del país y del conjunto de las empresas y contribuya así a reactivar el crédito.

El banquero rechazó, no obstante, la posibilidad de que el rescate de España sea análogo al que tuvieron otros países y se inclinó por una línea preventiva de crédito.

A juicio de González, si el Gobierno decide ir por ese camino y reclama una línea preventiva, ni siquiera tendría que recurrir a ella porque la petición bastaría para abrir las puertas a que el Banco Central Europeo (BCE) compre deuda, lo que, a su vez, permitirá a España emitir bonos a precios más bajos.

No obstante, la duda está en las condiciones que impondría la UE para acogerse a la línea preventiva. Mientras unas fuentes europeas consideran que bastarían las que ya se le impusieron a España con el rescate bancario, pero siendo más exigentes en su cumplimiento, otras voces como la del presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, dicen que las exigencias a España serían elevadas y duras.

El presidente del BBVA restó importancia a las contrapartidas: el 90% de las condiciones que se podrían exigir, dijo, ya se han puesto en marcha por el Gobierno en sus poco más de ocho meses en la Moncloa.

González aseguró también que su entidad está abierta a participar en el «banco malo» que impulsa el Gobierno, ya sea traspasando activos problemáticos o poniendo capital, lo que les convertiría en socios del proyecto. El primer directivo del segundo banco español pronosticó además que en un año el sector financiero español estará formado por diez u once entidades, encabezadas por dos grandes y dos o tres de tamaño mediano que en el futuro podrían seguir consolidándose.

La prima de riesgo -que mide el diferencial entre el rendimiento del bono español y el alemán- subió ayer de forma leve y cerró en 407 puntos, tras repuntar 13 puntos básicos. Este leve ascenso se produjo, pese a que el rendimiento del bono español se abarató desde el 5,89% al 5,77%, porque el interés del bono alemán cayó con más intensidad y bajó del 1,62% al 1,57%.

La caída del interés del bono español en el mercado secundario (pese a que la prima subió) se produjo en una jornada en la que el Tesoro español resolvió con holgura por segunda vez esta semana, una emisión de deuda. Ayer el Estado captó 4.798 millones de euros en sendas emisiones de bonos y obligaciones, en una de las cuales se le exigió una rentabilidad menor a la exigida en la subasta anterior de las mismas características. Ambas subastas tuvieron una buena acogida en el mercado, ya que las solicitudes de las entidades superaron los 8.500 millones.