El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, afirmó ayer que está "muy tranquilo" ante la apertura del procedimiento penal abreviado contra él por tres presuntos delitos tributarios en la empresa Enastur. "Soy un hombre de palabra; me iré si me procesan", remarcó García Vigón. El líder de la patronal asturiana sostiene que por el momento no tiene la condición formal de procesado. El caso por el presunto fraude con el IVA en Enastur está pendiente de que la Fiscalía y la Abogacía del Estado formulen sus escritos de acusación o de solicitud de sobreseimiento. Tras las diligencias previas, la juez que instruye la causda ha hallado indicios para enjuiciar a García Vigón y a dos de sus hijos.

Los escritos de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado (que representa a la Agencia Tributaria) se conocerán en un plazo máximo de diez días. El que se ha tomado Vigón, confiado de que cuenta con un amplio respaldo empresarial y que sólo los críticos a los que expulsó de la organización siguen exigiendo su marcha.

Sin embargo, varios empresarios consultados por este periódico y no vinculados a esas salidas coincidieron en que Vigón debería abandonar ya. Varios de ellos pertenecen a la patronal del metal asturiano, Femetal, que el próximo lunes celebrará una junta directiva extraordinaria y urgente para revisar su apoyo a Vigón. Un debate que se prevé intenso entre los que apoyaron la continuidad del presidente de la patronal el pasado mes de junio y los que ya entonces entendían que la gravedad de la situación exigía su salida por el bien de la organización.

El presidente de FADE correspondió a la lealtad de Femetal nombrando vicepresidente a su presidente, César Figaredo, que también preside ahora la comisión que estudia la modificación de estatutos de la patronal asturiana. "En junio se decidió esperar y dar tiempo a Vigón. Ahora la cosa está clara. Femetal no debe mantener el apoyo a una persona contra la que se ha abierto procedimiento judicial", resumió uno de los industriales consultados.

Desde el sector crítico, varios empresarios aseguraron que ya no se sienten representados por Vigón. Es el caso de Manuel García Arenas, que preside el grupo García Rodríguez Hermanos desde que Vigón salió de dicha compañía y que abandonó la cúpula de FADE cuando su presidente decidió continuar en el cargo.

"Que dimita ya. Un empresario que comete un delito para aguantar su empresa no puede representar a los empresarios, por ética y por dignidad", afirmó García Arenas. Y fue más allá, al añadir que "continúa en el cargo porque necesita cobrar un sueldo todos los meses. Antepone sus circunstancias personales a la organización a la que dice representar". Una tesis que también han mantenido otros empresarios que prefirieron mantener su anonimato.

El "caso Enastur" arrancó a principios de año, cuando la Fiscalía presentó una querella por presunto fraude fiscal, al entender que la empresa había acumulado impagos de IVA durante los ejercicios 2009, 2010 y 2011 por un importe superior a los 500.000 euros, incluidos los intereses de demora. Vigón ha explicado la deuda tributaria por la crisis económica y por discrepancias con Hacienda en la forma de devengar el IVA. Ahora también alega que ya ha saldado su cuenta.

Vigón se negó entonces a abandonar la presidencia de FADE -pese a la exigencia del comité ejecutivo de la organización-, amparándose en el apoyo de la junta directiva, integrada mayoritariamente por asociaciones empresariales de pymes. Una parte importante de las grandes compañías de la región decidió abandonar la cúpula de FADE, en un cruce de destituciones y de dimisiones.

El presidente de la patronal asturiana sí mantiene apoyos a día de hoy, pese a las críticas. Es el caso de actuales miembros de la cúpula de FADE. Uno de ellos, que pidió anonimato, blandió el principio de fidelidad y pidió a Vigón "que sea consecuente, inteligente y maduro. Debe ser él quien ponga en la balanza y valore lo personal y lo institucional para tomar una decisión. Haga lo que haga, contará con mi apoyo porque confío en su palabra".