La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un triciclo para adultos

El ingeniero asturiano Sebastián Llao, finalista en el certamen internacional de diseño "James Dyson" con su vehículo accionado con palancas y pedales

Un triciclo para adultos

La Politécnica de Gijón se ha colocado, gracias a uno de sus estudiantes, en la élite del diseño internacional. El proyecto "Moveker C1", del joven ingeniero Sebastián Llao, es uno de los cuatro finalistas nacionales en el prestigioso certamen mundial de diseño "James Dyson", en el que participan alumnos de diseño e ingeniería de 18 países, bajo la supervisión de la Fundación James Dyson, con sede en Chicago. El proyecto asturiano consiste en un vehículo alternativo basado en el diseño universal que puede ser utilizado sin restricciones por cualquier usuario, también por aquéllos sin movilidad en el tronco inferior como alternativa a la silla de ruedas tradicional.

Tal como explica Sebastián Llao, la incorporación de engranajes y una palanca hace que el vehículo pueda ir más lejos, más rápido y con menos esfuerzo que una silla convencional, aportando así mayor facilidad de movimientos en las subidas y bajadas. Además, produce menos lesiones. De los estudios realizados en la Escuela de Medicina del Deporte de la Universidad de Oviedo se deduce que el uso continuado de una silla de ruedas deriva en muchos casos en lesiones de hombro. En este caso, la impulsión se realiza remando, esto es, tirando hacia atrás de la palanca, para lo que se usan los músculos más potentes de la espalda, brazos y pecho. También es posible pedalear. En cualquiera de los casos los movimientos resultan sencillos e intuitivos y no es necesario tocar las ruedas con las manos como en una silla convencional, con todo lo que ello implica en cuanto a suciedad y heridas.

El origen de "Moveker", que se disputa junto a los otros tres finalistas españoles un premio de 40.000 libras (30.000 libras para el alumno y 10.000 para su universidad o escuela), se encuentra en el certamen "Inventa" sobre diseño y discapacidad convocado en los últimos años por el grupo de investigación I3G.

Por aquel entonces los promotores del proyecto -Susana Pascual y Antonio Parra- decidieron hacer algo que no fuera sólo específico para gente con discapacidad, sino que pudieran usar todas las personas. Pensaron en los niños con distrofia muscular. De ahí nació un triciclo impulsado con los brazos. Después llegaría una patente y actualmente, con Sebastián Llao incorporado a lo que es ya una realidad empresarial, suman otras dos en proceso.

Tras su paso por el programa "EU Start-up Accelerator", el primer acelerador europeo, lanzado por la Fundación Finnovaregio y financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social para facilitar el desarrollo de ideas innovadoras desde Bruselas en distintos sectores, su mercado no ha parado de crecer. Su condición de finalistas en el certamen "James Dyson", que pretende alentar a los jóvenes estudiantes de Ingeniería Industrial a diseñar productos ingeniosos que solucionen problemas reales, les permitirá dar un nuevo impulso a una iniciativa basada en el diseño universal que facilita "otra forma de moverse", remarca Llao.

Compartir el artículo

stats