La economía asturiana creció el pasado verano a ritmos análogos a los del conjunto del país, según las estimaciones del observatorio económico Regiolab, formado por investigadores de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo. Conforme a sus cuentas, el producto interior bruto (PIB) regional avanzó el 0,51% en relación al trimestre precedente y el 1,5% respecto al verano de 2013, gracias sobre todo al comportamiento favorable de la industria y los servicios.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que el PIB nacional ha encadenado cinco trimestres consecutivos de crecimiento. Los números del período julio-septiembre mantienen la tónica de los inmediatos anteriores: la recuperación española no es fulgurante (el país crece a una tasa trimestral del 0,5% y el 1,6% interanual), pero sí más vigorosa que la del conjunto de la zona euro y que la del resto de las principales economías de la región monetaria (Alemania, Francia e Italia).

La información oficial indica además que en el pasado trimestre se consolidó el perfil de crecimiento observado este año. España avanza apoyada en el consumo de los hogares, que se aceleró durante el verano, y en la inversión, que fue algo menos dinámica que en los meses anteriores. La economía está creciendo sobre el cimiento de la demanda doméstica más que por el saldo de sus operaciones con el exterior. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron de manera notable (4,6% en relación a 2013), pero lo hicieron más intensamente las exportaciones (8,2%). Como recoge la comunicación difundida por el INE, tal desfase hizo que el balance de los intercambios con el extranjero restasen crecimiento al país (0,9 puntos) en lugar de aportarlo. La política económica del Gobierno estaba orientada, a través de la devaluación interna (rebaja de salarios y precios) emprendida a partir de 2012, a convertir el sector exterior en el motor de la recuperación y en el elemento central de un nuevo modelo productivo.

El citado organismo estadístico no elabora cuentas trimestrales sobre el comportamiento de las comunidades autónomas. El observatorio universitario Regiolab cubre en parte esa laguna con una estimación oficiosa en la que combina los datos del PIB nacional con indicadores de coyuntura de ámbito autonómico como los aportados por la Encuesta de Población Activa (EPA) y los índices que miden la actividad de la industria o del sector servicios. Conforme a ese método, el crecimiento de la economía asturiana se aceleró en el tercer trimestre del año. Pasó de avanzar el 0,2% durante la primavera al 0,5% en el verano. La región cosechó resultados que convergen con los del conjunto del país tanto si el crecimiento se observa en tasa trimestral como en tasa interanual.

En relación al trimestre anterior, la recuperación está liderada por Madrid, cuyo PIB creció algo más del 1%. Sobresalen también Galicia, Extremadura, Andalucía y La Rioja. Asturias mejora en una centésima la media nacional y aventaja a diez autonomías. Singularmente a Cantabria, Murcia y Castilla-La Mancha, territorios donde la economía decreció en el período julio-septiembre.

En relación al verano de 2013, Madrid presenta también el comportamiento más expansivo, por delante de La Rioja, Cataluña y Baleares. Asturias baja en este caso algunas posiciones: crece el 1,5%, una décima por debajo de la media, menos que ocho regiones y más que las ocho restantes. La Comunidad Valenciana, Cantabria y Canarias son la menos dinámica, según Regiolab.

El Gobierno central remarcó ayer que el dato nacional del PIB del tercer trimestre (0,5% en tasa intertrimestral) "confirma la senda de recuperación de la economía española". El sindicato UGT afirmó que el resultado evidencia que esa recuperación, aunque incipiente, es aún "frágil". Y pidió mejorar los salarios. Las cuentas oficiales muestran que la remuneración por trabajador descendió este pasado verano.