Los asturianos tributarán este año por el IRPF con arreglo a una tarifa que se mueve entre un tipo mínimo del 19,5% para los tramos de renta más bajos (los primeros 12.450 euros de la base liquidable) y el 48% del tipo marginal (para los rendimientos que excedan los 175.000 euros). El tributo se suaviza medio punto por abajo y un punto por arriba como consecuencia de la rebaja fiscal que ayer recibió luz verde del Consejo de Ministros y que supone adelantar a julio de este año las modificaciones previstas para 2016.

El Ministerio de Hacienda ha optado por aprobar una nueva tarifa del IRPF "intermedia" para todo el año que funde la rebaja que entró en vigor el pasado enero y los efectos de aplicar durante seis meses (entre julio y diciembre) la inicialmente pensada para 2016. El resultado es una escala con cinco tramos y unos tipos que bajan en medio punto en los tres primeros peldaños (los correspondientes a las rentas inferiores a 34.000 euros) y un punto en los dos siguientes (para los ingresos comprendidos entre 34.000 y 60.000 euros y para los que sobrepasan esta última cantidad).

La tarifa del impuesto de la renta está dividida en dos tramos, uno que fija el Estado y otro que es competencia de las autonomías, de modo que ante la rebaja extra que el Gobierno central impulsa a unos meses vista de las elecciones generales, quedaba el interrogante de si sería necesario que las comunidades redujeran su parte para que la rebaja fuera completa y llegara a los niveles que se han descrito (unos 56 euros al año para un trabajador con 20.000 euros brutos de salario). Esa cuestión suscitó ciertas tensiones en la reunión que esa semana celebró el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Allí, consejeros de Hacienda de algunas autonomías le reprocharon al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que si el Gobierno tomaba la iniciativa unilateral de rebajar el IRPF debía ser la Administración central la que soportara la merma recaudatoria. La reforma lanzada por Rajoy la pasada semana fue tachada de "electoralista" por consejeros ajenos al PP, incómodos también porque, como ocurrió con los cambios en la tarifa aprobados en 2014, ahora se volvía a colocar a las regiones en el brete político de decidir si reducen o no el tramo autonómico, acentuándose además la dispersión y competencia tributaria entre regiones.

Pero Hacienda ha apagado ese fuego asumiendo el coste por entero el coste de la rebaja concentrándola en el tramo estatal del impuesto. Esto es, los 56 euros de ahorro de un asalariado medio los obtendrá íntegros con cargo al Fisco central, sin depender de que su comunidad decida modificar su escala de gravámenes.

Tras la combinación de la nueva tarifa estatal y las autonómicas, el Principado continuará entre las regiones que tienen el tipo marginal más elevado. Asturias, donde las rentas por encima del 175.000 euros tributarán el 48% (un punto menos que desde enero y siete menos que en 2014), compartirá esa posición con Andalucía y Cataluña. En cambio, el tipo aplicable a los primeros 12.450 euros (19,5%) es más bajo que los de algunas regiones después de que, a raíz de los acuerdos presupuestarios PSOE-PP para 2015, se revisara el IRPF autonómico.

El adelanto en la rebaja del impuesto de la renta debería notarse en las nóminas de julio, por las menores retenciones. No obstante, el Ministerio de Hacienda reconoció que en parte de las empresas el efecto puede demorarse hasta los salarios de agosto por los plazos para adaptar las aplicaciones informáticas que facilita la Agencia Tributaria.