Los impagos en las cuotas de las comunidades de vecinos no paran de crecer. La crisis y el explosivo incremento del paro ha provocado que esta morosidad haya crecido como la espuma. Tal es así que un informe realizado por el Observatorio de las Comunidades de Propietarios afirma que los asturianos acumulan una deuda de 36,2 millones en estas mensualidades. Se trata de una cifra que mantiene un constante crecimiento desde hacer tres años, cuando se comenzó a contabilizar. Tal es la asfixia económica a la que están sometidos muchos portales que el informe asegura que una cuarta parte de las comunidades ya no tiene posibilidad de asumir una derrama por falta de fondos. Sus cuentas están en números rojos.
"Esto es lo primero que deja de pagar la gente cuando se queda sin trabajo o está pasando por dificultades", señala una administradora de fincas ovetense. Según los cálculos de este colectivo de profesionales, una de cada cuatro comunidades tiene, al menos, un vecino moroso, que debe, como mínimo, una cuota. El retraso de los pagos está poniendo contra las cuerdas a algunas comunidades y en ocasiones obliga a los vecinos que sí están al día con los pagos a aumentar sus aportaciones para poder salvar las cuentas. El presidente del Colegio de Administradores de Fincas del Principado, Anselmo Gómez, asegura que cada vez hay más dificultades para sacar adelante las derramas porque "la gente no tiene dinero para pagarlas". Al final esto provoca que muchas obras necesarias para el mantenimiento de la comunidad se tengan que echar para atrás y queden en dique seco porque no hay fondos para afrontar los trabajos.
Hasta ahora, añade, los índices de morosidad en los portales se habían contenido gracias a que muchos desempleados estaban cobrando el paro y tenían un cierto nivel de ahorros, pero, añade Gómez, "todo tiene un límite". Con el paso del tiempo, las prestaciones se han ido agotando, lo mismo que el dinero que estaba guardado en el banco y fue entonces cuando la morosidad de los portales se disparó.
Una buena parte de esa deuda está, además, en manos de los bancos. Que, según los administradores de fincas de la región, suelen ser bastante malos pagadores. A medida que las dificultades económicas crecían las entidades financieras fueron engullendo en sus cuentas y balances viviendas procedentes de embargos. Y no sólo se quedaron con los pisos, a los que tratan de dar salida con sustanciosas rebajas en los precios, sino que también asumieron las responsabilidades que conllevaban. Entre ellas, la cuota de la comunidad. Según las cuentas que maneja el observatorio de las Comunidades de Propietarios la banca adeudaba el año pasado 8,64 millones en Asturias por estas mensualidades. Es un millón y medio más de lo que debían en 2013. Además, según los administradores de fincas son bastante remilgados a la hora de pagar. "Piden un montón de documentación, sobre todo si hay un aumento de las cuotas, te reclaman que les aportes los papeles de la junta donde se aprobó la subida. Te piden lo habido y por haber", asegura Gómez.
¿Cómo se actúa cuando algún vecino deja de pagar la comunidad? Lo primero que se busca es el acuerdo en la junta de propietarios para decidir si se lleva al moroso ante el juez. Si se da luz verde, al deudor se le abre lo que se denomina un proceso monitorio, procedimiento judicial que suele ser resuelto de forma bastante ágil y que se utiliza para el cobro rápido de las deudas. Aunque generalmente es bastante difícil recuperar el dinero debido, generalmente, a la falta de fondos. Lo que ocurre sólo en muy contadas ocasiones es que el resto de los vecinos asuman la deuda.
Los profesionales del sector suelen distinguir entre varios tipos de morosos. Por un lado están los que denominan "profesionales", que no pagan aunque tengan dinero. Por otro, están aquellos que no pueden hacerlo. Otro grupo lo forman las entidades financieras que, además, suelen agrupar el pago de varias mensualidades y abonarlas, habitualmente, una vez al año todas juntas.
En España la deuda de estas cuotas asciende a 1.854 millones. De ellos, 445 son de la banca.
