Marco Antuña, dirigente de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), se refirió ayer al secretario general de UGT en Asturias, Justo Braga, como "sindicalista del régimen" y "sindicalista viejuno". Antuña replicó así al líder ugetista, que el día anterior, en la apertura de la Escuela de Verano del sindicato en Avilés, acusó a los miembros de la Corriente de actuar como "matones y fascistas". Fue a raíz de que miembros de la CSI protestaran a la entrada del acto de UGT y exhibieran una pancarta con el lema "Los sindicatos no deben firmar despidos".

Antuña, al que Braga había aludido directamente el día anterior y del que dijo que era un liberado que se había "convertido en un agitador contra UGT", estuvo ayer por la mañana frente al hotel de La Reconquista, sosteniendo la pancarta con la que empleados del establecimiento reanudaron sus movilizaciones. "En lo personal me preocuparía que un personaje como Justo Braga hablara bien de mí", manifestó Antuña. Y añadió: "No somos ni matones ni fascistas, hacemos lo que hemos hecho siempre". "Muchos trabajadores se sienten traicionados por UGT y CC OO", dijo, y agregó que "no se hayan enterado de que los tiempos han cambiado". El dirigente de CSI se reafirmó en que "los sindicatos no pueden firmar despidos" y lanzó varias preguntas: "¿Quién cerró Suzuky? ¿Y el naval? ¿Y Venturo XXI?".

Marco Antuña, delegado de CSI en Liberbank, denunció que durante los últimos días el secretario general de la UGT en Asturias ha lanzado desde su teléfono y a través del whatsapp mensajes en los que dice que es un matón, que está liberado y que cobra 50.000 euros al año.

CSI divulgó un comunicado de apoyo a Antuña y en el que remarcó que en el sindicato está prohibida la existencia de liberados. "Animamos a UGT a hacer lo mismo y nos preguntamos si Justo Braga aceptaría una investigación a fondo para averiguar el verdadero número de afiliados que componen el ejército de liberados que mantiene la UGT a través de horas sindicales y enchufados". El texto replica también que sobre UGT "muchos trabajadores podrían hablar de matonismo, de cómo se hacen clientes enchufando familiares o creando chiringuitos para amiguetes".