El grupo cementero resultante de la fusión de los grupos Lafarge, francés, y Holcim, suizo -que tiene en Asturias varias instalaciones procedentes de la multinacional gala- comunicó a los sindicatos un ajuste laboral que podría afectar a entre el 10% y el 15% de su plantilla en España, que asciende a más de 900 personas. La compañía explicó a los representantes sindicales que aún no tiene un dato cerrado de trabajadores afectados.

Fuentes sindicales manifestaron su convicción de que el despido colectivo impactará fundamentalmente en el personal de oficinas y estructura central (las dos multinacionales tienen en Madrid sus respectivas sedes corporativas en España) y no en el área de fabricación de cemento y hormigón, y de aprovisionamiento de materias primas, que ya sufrió importantes ajustes en los años previos para adaptarse a la caída del mercado a consecuencia de la crisis. Holcim España aplicó varios expedientes de regulación de empleo (ERE), que afectó a unos 2.000 trabajadores.

En Asturias, el grupo cementero cuenta con plantas de hormigones en Avilés, Gijón, Moreda, Cellagú-Latores (Oviedo), Pola de Siero y Tineo, y una planta de áridos en Cellagú-Latores.