Martín González del Valle Herrero (Oviedo, 1918-Madrid, 2015), barón de Grado, fue enterrado ayer al mediodía en el madrileño cementerio de la Sacramental de San Isidro, donde la familia del empresario fallecido dispone de un panteón.

Como el miércoles en el velatorio, ayer fueron numerosísimas las personalidades del mundo de la empresa, las finanzas, la política, la nobleza y la cultura las que se acercaron hasta el tanatorio del Parque de San Isidro para dar su último adiós a Martín González del Valle y las condolencias a su viuda, Macarena Chávarri de la Mora, a sus cinco hijos (Martín, Germán, María, Bosco y Tristán) y a sus doce nietos.

Entre otros, se acercaron hasta la capilla ardiente el consejero delegado de Liberbank y presidente de EDP España, Manuel Menéndez; el exministro Rodolfo Martín Villa, el abogado Antonio Garrigues Walker; el Secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, y la escritora Carmen Posadas. También acudió el exministro Rodrigo Rato, que evitó a los periodistas accediendo con su coche por el acceso del parking y no dejándose ver en el exterior del tanatorio.

Poco después de las once de la mañana se celebró una misa "corpore insepulto" en las mismas dependencias del tanatorio Parque de San Isidro, cuya capilla se vio desbordada ante la asistencia de familiares, amigos y conocidos del fallecido. Uno de ellos, Antonio Garrigues Walker, decía que "en todas las necrológicas que he leído, tanto de la prensa asturiana como de la madrileña, la coincidencia es absoluta: Martín fue un hombre bueno. Éste es el elogio mayor que se le puede hacer a un ser humano. No es el momento de hablar de méritos, sino de si fue un hombre positivo, solidario, constructivo... Él lo fue en grado extremo. Fue una persona a la que lo que mejor se le acopla a su personalidad es esa expresión tan española de 'buena gente' ".

El primogénito del barón de Grado, Martín González del Valle Chávarri, también hacía hincapié en la bonhomía de su padre: "Un hombre bueno en toda la extensión de la palabra, que ahí nos ha dejado el ejemplo que tenemos que seguir".

Tras la misa funeral y cerca ya del mediodía, la familia del barón de Grado, comandada por su viuda, Macarena Chávarri de la Mora, encabezó la comitiva fúnebre para dirigirse al cementerio de la Sacramental de San Isidro, San Pedro y San Andrés, donde los restos mortales del empresario asturiano recibieron sepultura en una ceremonia más íntima, a la que sólo acudieron la familia y unos pocos allegados.

El propio Martín González del Valle Chávarri incidía, como ya había hecho la víspera, en su "eterno agradecimiento por los innumerables gestos de cariño y condolencia que hemos recibido, sobre todo desde Asturias, desde que en la mañana de ayer (por el miércoles) falleciera mi padre. Sin duda, eso demuestra su grandeza de espíritu", subrayó. La familia, igualmente, expresó su intención de organizar un funeral en la catedral de Oviedo para "que sus paisanos puedan despedirse y recordar a mi padre".